Nueva Rumasa contará en el plazo de una semana con un fondo de inversión que le aportará la liquidez necesaria para superar la crisis del grupo, según anuncia José María Ruiz-Mateos hijo al alcalde de Mérida, Ángel Calle, en conversación telefónica.

Según la agencia Europa Press, el alcalde de la capital extremeña informa del contenido de la conversación, que se ha producidor pasadas las 17.30 horas, tras reunirse con el comité de empresa de Carcesa, una de las empresas que integran el holding empresarial.

Calle detalla que el propio Ruiz-Mateos hijo le ha "autorizado" a decir públicamente, a efectos de tranquilizar a los trabajadores y a los ciudadanos de Mérida, que en una semana dispondrán del apoyo de un fondo de inversión, de cuyo origen o identidad, no obstante, el consejero delegado de Nueva Rumasa no ha aportado dato alguno al regidor emeritense.

p> El alcalde agrega que el consejero delegado de Nueva Rumasa ha asegurado que "la factoría" de Carcesa en Mérida "es viable". Respecto a la situación del grupo, Ruiz-Mateos Rivero "ha culpado siempre" de la misma a "la falta de fluidez del crédito" y a "determinados medios de comunicación" que han llevado a cabo una "campaña mediática" contra el holding que dirige.

Reunión con el comité de empresa

En cuanto a la reunión con el comité de empresa de Carcesa, justo antes de la cual se ha producido la conversación entre el alcalde y Ruiz-Mateos hijo, Calle destaca el apoyo del consistorio y toda la ciudad a los trabajadores, dado que el antiguo matadero es una "seña de identidad" de la ciudad.

"La factoría de Mérida no sólo es para los algo más de cien trabajadores que hay allí sino también es el valor añadido de la producción extremeña que se queda aquí", precisa Calle.

Por su parte, la presidenta del comité de empresa, Rosario Riñones, subraya que "si una empresa cierra es porque no tiene pedidos, no tiene viabilidad y no tiene futuro, pero ése no es" el caso de la factoría emeritense. A esta observación, el alcalde aspotilla que Carcesa es "es una fábrica rentable, viable y moderna y el ayuntamiento hizo una operación urbanística amplia para que la factoría se quedara en Mérida".

Calle confirma que Carcesa tiene una "deuda importante" con el ayuntamiento, que supera los dos millones de euros por la plusvalía (liquidación de impuestos sobre el valor de los terrenos) y que está pendiente de un dictamen del Tribunal Económico-Administrativo de la ciudad, "ya que no hubo un acuerdo en la licitación".