Cuando llegó al cargo tras las pasadas elecciones autonómicas, el presidente de la Asamblea de Extremadura, Federico Suárez, se fijó como uno de sus principales retos conseguir que el trabajo del Parlamento regional llegase a los ciudadanos. No es de extrañar que ésa sea una de sus prioridades, puesto que de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas se desprende, entre otras cosas, que el 87% de los extremeños reconoce estar "poco o nada informado" del trabajo que desarrolla habitualmente la Asamblea extremeña.

De esta forma, el Parlamento es actualmente la institución menos conocida de la comunidad autónoma, puesto que sus actividades se desconocen más aún que las de la Junta (que presenta un 79% de ignorancia) o los ayuntamientos (que registran un 74%). Además, estos guarismos sitúan a los extremeños como los españoles menos informados sobre el trabajo de las administraciones y las instituciones, a un nivel similar del que se registra en Navarra o Murcia.

En la comparativa con el resto de los parlamentos regionales, sólo el de Castilla y León (con un 90% de ignorancia) es más desconocido que el extremeño. Por el contrario, sólo el 56% de los vascos no están al tanto de las actividades de su cámara legislativa, mientras que le siguen como los más conocidos los de Ceuta (63% de desconocimiento)), La Rioja (67%) y Asturias (71%).

DESENCANTO POLITICO

Por otra parte, la población extremeña también reconoce su desinterés generalizado por la política a todos los niveles. De hecho, la política que les resulta más atrayente, la municipal, sólo interesa al 30% de la población. El ámbito autonómico atrae al 24% y el nacional... sólo al 21%. Es decir, que la región está entre las más desencantadas por el mundo político. En este sentido, están convencidos de que las decisiones del Gobierno central son las que más afectan al bienestar general de su familia, mientras que las medidas que adoptan los consistorios, apuntan, son las menos decisivas.

A la hora de valorar qué administración trata mejor a los ciudadanos, los extremeños se decantan, por este orden, por el ayuntamiento, el Ejecutivo regional y el Gobierno central.

SUSPENSO GENERAL

A esto hay que sumar que los extremeños afirman que las oficinas gestionadas por el Gobierno autonómico tienen un grado de eficacia similar a las del Estado o las de los consistorios.

También lo tienen claro los ciudadanos extremeños a la hora de valorar la labor de estas instituciones, puesto que ninguna es capaz de aprobar. La que se lleva la peor nota es el Gobierno central, al que suspenden el 66% de los encuestados. Sin embargo, tampoco se salvan el Congreso de los Diputados, con un 60% de gente que opina que lo hace "regular, mal o muy mal", ni el Gobierno regional, con un 59%. Curiosamente es la Asamblea la que más se salva de la quema, con sólo un 51% de desaprobación, aunque hay que tener en cuenta que el 22% de los extremeños no sabe qué contestar sobre el trabajo parlamentario.