Antonio Hidalgo García es el nombre propio que marca la actualidad educativa en Extremadura. El nuevo rector de la Universidad extremeña asume desde la pasada semana el mando de una institución pública cercana al medio siglo de vida y en la que conviven las expectativas, los sueños y las esperanzas de cerca de 20.000 alumnos y unos 3.000 trabajadores, la mayoría docentes.

En una entrevista a este periódico ha señalado que su objetivo es mejorar la universidad y acabar con esa desconexión entre los campus y la dirección que existe ahora. «No tengo ese virus Cáceres-Badajoz, me moveré por donde sea necesario; también hay que ir a Plasencia y a Mérida», insiste.