Los humanos más antiguos que habitaron la región podrían tener un millón de años. Así lo anunció ayer Eudald Carbonell, director del programa Los primeros pobladores de Extremadura , durante un acto en Malpartida de Cáceres en el que se presentaron los últimos e importantes hallazgos arqueológicos de este proyecto; una serie de huesos y herramientas que, según el reconocido científico, sitúan a la región como "la segunda potencia" en España tras Atapuerca --unas excavaciones de las que él también es codirector-- y entre las más importantes de Europa.

"Actualmente estamos en condiciones de decir que el complejo Calerizo-Salor --la zona de Cáceres en donde se desarrollan los trabajos del proyecto-- tenía ocupación humana desde hace un millón de años", advirtió Carbonell, que mostró ayer herramientas encontradas en la cueva de Santa Ana --ubicada junto al Cimov de Cáceres-- datadas hace un millón de años, "algo que sólo ha ocurrido en Atapuerca", destacó.

RESTOS BIEN CONSERVADOS

Pero, además, el director del proyecto resaltó que se están encontrando huesos de animales --ayer mostró uno de bisonte-- de entre 250.000 y 300.000 años en buen estado de conservación en las cuevas de Santa Ana y Maltravieso --también en la capital cacereña--, "lo que nos da una gran esperanza para el futuro" en cuanto a la posible presencia de restos homínidos en el interior. "Podría haber alguna que otra sorpresa de gran valor", adelantó el investigador.

Carbonell realizó estas declaraciones en un acto en el que también participó el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, y que sirvió para hacer balance de los cinco años de vida del proyecto arqueológico, en el que participan la Junta de Extremadura, la Mancomunidad Tajo-Salor y la universidad extremeña.

De momento, las excavaciones se han desarrollado en cinco yacimientos al aire libre y cuevas de los municipios de Cáceres y Malpartida de Cáceres, en los que se ha encontrado un material de gran valor, según los investigadores. En este sentido, Carbonell aseguró que los trabajos realizados han aportado dotaciones cronológicas y una importante cantidad de restos de fauna y flora con la que obtener datos sobre las estrategias de subsistencia y los ecosistemas en los que habitaban las primeras comunidades humanas extremeñas.

Por todo ello, el objetivo de los investigadores y la Administración regional es prolongar las investigaciones durante los próximos tres años y extender las excavaciones a toda la región, principalmente a las cuencas del Tajo y el Guadiana. Muñoz señaló que en los próximos días se decidirá sobre la inclusión del proyecto en la línea I+D que gestiona la Consejería de Educación y de la que participan el resto de las consejerías.

La continuación del programa, según el consejero, podría tener un presupuesto cercano a los 150.000 euros, a fin de "abrir nuevos cauces de investigación en el territorio extremeño", lo que supondrá, advirtió Muñoz, completar el estudio del Paleolítico en la región.

Por otra parte, Muñoz y Carbonell anunciaron la intención de colaborar con el objetivo de formar un equipo de investigadores extremeños que sean los que continúen este tipo de trabajos.

En los cinco años de funcionamiento del programa se ha incidido especialmente en este aspecto, según Carbonell, que anunció que en breves fechas se presentarán en la región dos tesis doctorales y cinco tesinas sobre los primeros pobladores. "Crearemos las condiciones para que esto sea una demanda social", insistió el director de las excavaciones, que recordó que llegarán hallazgos más importantes, pues "en Atapuerca tardamos 15 años en hacer un descubrimiento relevante no sólo a nivel nacional".