Los niños extremeños están entre los españoles que mantienen con más fuerza la tradición de celebrar la primera comunión. Casi ocho de cada diez extremeños (el 78%) de entre 9 y 10 años reciben este sacramento anualmente, lo que sitúa a la región por encima de la media española (74%) y entre las comunidades autónomas con mayor cifra porcentual. Pero además, Extremadura es una de las regiones en las que menos se ha reducido el número de comuniones en la última década, sólo un 1%.

Según las cifras facilitadas por la Conferencia Episcopal y recopiladas entre las tres sedes eclesiásticas extremeñas --Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Diócesis de Coria-Cáceres y Diócesis de Plasencia--, en el año 2004 --últimos datos contabilizados por la Iglesia-- fueron 18.769 los niños que pasaron por el rito tradicional católico. No obstante, la cifra real de comuniones es mayor, ya que a ellas habría que sumar los datos de las ceremonias de extremeños celebradas en la Archidiócesis de Toledo, que comprende parte del territorio de Extremadura y que la Conferencia Episcopal no ha desglosado por lugar de residencia --en total se celebraron en la Archidiócesis de Toledo 4.765--.

Así, en 1995 la cifra de comuniones fue de 18.955 en Extremadura --además la Archidiócesis de Toledo contabilizó 5.489--. Es decir, estas celebraciones se han reducido en 186.

Por el contrario, en España el número de primeras comuniones ha pasado de más de 400.000 en 1990 hasta las 271.000 del año 2004, manteniendo un ritmo de descenso bastante similar al de la natalidad, aunque el número de niños españoles que participan por primera vez en este sacramento casi nunca ha bajado del 70%.

"En general hay menos niños y de los que hay también son menos los que hacen la primera comunión. Pero no es una disminución muy grande, y es una cosa bastante normal, con el menor interés por la práctica religiosa en general", explican desde la Iglesia.

MAS EN ZONAS RURALES También apuntan que la celebración de la primera comunión se mantiene prácticamente igual en las zonas rurales y las comunidades autónomas tradicionalmente más pobres --"en estas zonas los valores religiosos se mantienen casi como antes", señalan--, mientras que la reducción se produce, principalmente, en las grandes ciudades.

Por diócesis, y en el periodo comprendido entre 1995 y 2004, en la comunidad extremeña se ha producido un descenso en las de Mérida-Badajoz, pasando de 14.819 a 13.420, y Plasencia, de 2.621 a 2.458, mientras que en Coria-Cáceres la cifra ha crecido de 1.515 a 2.891.

Tradicionalmente las cifras en España han sido altas, pero en los últimos años la Iglesia ha visto como los interesados en hacer la primera comunión son cada vez menos. La sociedad ha cambiado. Antes, incluso los padres con menos convicciones religiosas se veían casi obligados a llevar a su hijo a la catequesis y, de los españoles mayores de 30 años, prácticamente todo el mundo ha realizado la primera comunión. Pero los datos que maneja la Conferencia Episcopal apuntan que en los próximos años las comuniones podrían aumentar gracias a la masiva llegada de inmigrantes.

Siguiendo estas pautas, el número de comuniones podría volver a subir dentro de dos o tres años gracias a la recuperación de la natalidad. De hecho, en números absolutos ya hay una línea ascendente desde 1998, cuando con 365.000 nacimientos se llegó al punto más bajo de natalidad: fue justo hace ocho años, la edad en que los niños pueden hacer ahora la comunión. En el 2004 ya nacieron casi 455.000 niños en España.