Con la muerte de Manuel Rivera ya son ocho los pilotos militares que han muerto en Extremadura en los últimos 14 años, la mayoría de ellos en accidentes cuando tripulaban aviones del tipo F-5 como el siniestrado ayer. Este mismo año, en el mes de enero, el teniente David Martínez perdía la vida al romperse el cuello cuando saltó del F-5 que pilotaba, también adscrito a la Base Aérea de Talavera.

Por orden cronológico, en el periodo citado el primer siniestro se produjo en 1989, cuando un modelo F-5 de la base extremeña se estrelló en el término municipal de Orellana la Vieja. En este accidente perdieron la vida los dos pilotos. Ese mismo año, un avión del mismo tipo se incendió y estalló cuando sobrevolaba el término de San Pedro de Mérida, aunque su piloto pudo saltar a tiempo y salvó la vida.

Ya en 1991, el capitán Benigno Mallo y el alférez Manuel Alonso perecieron carbonizados al estrellarse el avión que tripulaban cuando iniciaban la maniobra de aterrizaje en la base talaverana.

Pocos meses después, el capitán Tom Drincoll, adscrito a la Base Naval Norteamericana de Rota murió tras estrellarse el Harrier que tripulaba contra una chimenea en Villagarcía de la Torre durante un vuelo rasante.

En 1998, el capitán Palau, de la Base Aérea de Talavera fallecía al estrellarse el F-5 que pilotaba.

Por último, y como uno de los sucesos más llamativos que han vivido los cielos extremeños si bien, por fortuna, en esta ocasión no hubo víctimas, un prototipo del moderno caza europeo Eurofighter, que está siendo codesarrollado por España, Alemania, Reino Unido e Italia, se estrelló el pasado año cerca de Alía tras sufrir problemas durante el vuelo.

SEIS ACCIDENTES EN CUATRO MESES

Por lo que se refiere a la triste nómina de accidentes sufridos por aparatos del Ejército español en todo el país, en lo que va de año ha habido seis sucesos graves, incluyendo el de ayer.

Hace apenas nueve días, un Harrier AV-8B de la Armada cayó al mar en el Golfo de Cádiz cuando participaba en unos ejercicios de adiestramiento con aviones F-18. El piloto fue rescatado ileso. El 31 de marzo un helicóptero de la clase BO-105 se precipitó contra el suelo cuando realizaba maniobras en Villanueva de los Infantes (Valladolid). En el accidente murieron los dos pilotos y tres ocupantes.

Seis días antes, un hidroavión Canadair CL-215 del Ejército del Aire se hundió cuando realizaba una maniobra sobre el agua a 500 metros de la costa en la bahía de Pollensa (Mallorca). Dos militares murieron y otros dos resultaron heridos. El 11 de febrero, un F-18 que realizaba prácticas en la base de Gando se precipitó al mar. El piloto salvó su vida al saltar en paracaídas.

Por último, el 22 de enero tuvo lugar el ya reseñado en el que perdió la vida David Martínez.