Desde 1994, casi diez años antes de la guerra lanzada por EEUU contra Irak, los inspectores de la ONU no encontraron un volumen significativo de armas de destrucción masiva en Irak, según el último informe trimestral hecho público ayer por la comisión de inspección, control y verificación del desarme de las Naciones Unidas. Según el documento, esos arsenales fueron destruidos por los inspectores o por los propios iraquís después de la derrota que Sadam Husein sufrió en 1991, tras la primera guerra del golfo Pérsico. M. H.