Recientemente, Nueva Rumasa anunció que había encargado a la firma Shelby Financial Group una operación de venta de diversos inmuebles de su propiedad por un importe global de 200 millones de euros, 50 de ellos procedentes de las tres plantas de Carcesa.

La operación habría incluido un contrato de arrendamiento financiero con opción de compra, por lo que se obtendría liquidez al tiempo que la actividad industrial se mantendría en manos de la familia Ruiz-Mateos. Fuentes tanto de CCOO como de UGT aseguraron ayer que la operación finalmente no se había cerrado. "Están atados de pies y manos. Todo está embargado al menos por el triple de su valor", afirmó ayer Antonio Santiago, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO Extremadura.