Como si se repitiera curso y tocara estudiar de nuevo las mismas asignaturas. Así afronta grosso modo Extremadura el nuevo año 2020. Lo estrenará con viejos objetivos, o más bien heridas que permanecen abiertas e impiden el desarrollo. Sin duda el desempleo y la despoblación, unidos al éxodo juvenil (sigue latente), están en los primeros puestos de retos pendientes. Los tres asuntos van de la mano.

La región tiene ahora mismo 102.202 personas inscritas en búsqueda de trabajo. La cifra es prácticamente la misma que el año pasado. Y el porcentaje de paro en Extremadura (19,68%) es de los más altos del país (por delante solo están Andalucía y Canarias).

Más desafíos: suplir la falta de especialistas y reducir las listas de espera. Los extremeños aguardan de media tres meses y dos semanas para operarse, pero en algunos departamentos como cirugía plástica o neurocirugía se superan los seis meses. No obstante, la demora no es solo para entrar en quirófano, también para la consultas con los especialistas, que escasean en el sistema sanitario extremeño.

Un reto en positivo: el turismo como nicho de empleo. La región se va abriendo cada vez más hueco en itinerarios nacionales e internacionales. El objetivo ahora es apostar también por el turismo deportivo. Que la comunidad acoja grandes citas competitivas.

¿Cómo avanzar? / ¿Y los proyectos para avanzar? En cuanto a educación y empleo, una idea: fomentar la Formación Profesional (FP) como herramienta para acceder al mercado. Un modelo que apuesta más por la práctica que la teoría y que pretende adaptarse más a la oferta laboral en la región.

Existen, igualmente, iniciativas concretas que beneficiarán a todo el territorio. Por ejemplo, las megaplantas fotovoltaicas que se reparten por ambas provincias y que crearán cientos de puestos de trabajos durante el tiempo de construcción (suele ser de un año).

La apuesta por las renovables es el contrapunto al cierre de Almaraz, para lo que ya hay fecha (2027 y 2028). La central nuclear genera unos mil empleos diarios y otros 1.200 más en las fases de recarga.

Otro proyecto para activar la economía, pero más ambicioso y difícil de digerir: el gran parque de ocio (con casinos incluidos) en Castilblanco, en La Siberia. Se han anunciado hasta 50.000 puestos de trabajo e inversiones millonarias. ¿Se hará realidad?

Y tres planes para paliar el déficit de transportes. El primero, la autovía Cáceres-Badajoz; la antigua Ex-100 ya está en manos del Estado para que se inicien las obras. El segundo, la conversión de la N-430 en la Autovía del Levante, una infraestructura que el Ministerio de Fomento debe decidir por dónde irá (hay dos opciones: norte y sur). El tercero, por fin, un tren de doble vía y electrificado.