Una familia extremeña ha iniciado los trámites para solicitar tener un bebé con genes seleccionados que pueda salvar la vida de su actual hijo, que padece una grave leucemia y para el que no se ha encontrado ningún donante de médula que sea compatible. Esta pareja ha contactado ya con la Junta de Extremadura y su caso está siendo llevado personalmente por el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara.

Aunque no ha trascendido ningún detalle más sobre la identidad de esta familia o su localidad de residencia, fuentes de la propia Consejería han confirmado a este diario que el caso será estudiado por el Comité de Etica de un hospital nacional para posteriormente, si como parece previsible se aprueba la solicitud, pasar a manos del Ministerio de Sanidad, que es quien tiene la última palabra en este ámbito. Para Fernández Vara, el hecho de que se haya planteado una situación como ésta permitirá abrir "una discusión ética preciosa" también en la comunidad autónoma.

Esta familia extremeña tiene un hijo que padece una grave leucemia y para el que no hay ningún donante de médula ósea compatible. Lo que solicita realmente la pareja, como ya han hecho al menos otras cinco familias a través del Instituto Valenciano de Infertilidad, es someterse a una técnica de fertilidad que selecciona la composición genética de su futuro hijo. De esta forma se garantizaría que fuese donante compatible de su hermano, lo que permitiría hacer un trasplante de médula y salvarle la vida.

PRACTICA LEGAL Se trata de un método llamado diagnóstico preimplantacional, o análisis genético de embriones, que permite analizar los genes del feto y saber tanto si se trata de un feto sano como si es compatible para un hipotético trasplante. Actualmente es legal y técnicamente posible analizar los genes embrionarios para impedir que nazcan con enfermedades hereditarias, lo que ya se practica en numerosas ocasiones. De hecho, en países como Estados Unidos y Gran Bretaña se han autorizado desde el años 2000 algunos casos de selección de genes para futuros trasplantes de células madre de médula ósea.

La actual legislación española sólo contempla esta posibilidad cuando los padres son portadores de una enfermedad hereditaria, como la hemofilia, y quieren tener un hijo sano. Ahora el debate, que será resuelto por la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, radica en si es posible hacer un tratamiento de fertilidad a una pareja que no necesita ayuda de la reproducción asistida --no hay problemas de esterilidad ni riesgos de transmitir enfermedades congénitas-- y en si además pueden seleccionarse los genes.

Este debate científico y ético arrancó el pasado 26 de agosto, cuando el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) trasladó a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida sus dudas sobre las peticiones que habían recibido por parte de cinco familias, una cifra que se ha incrementado en pocas semanas.

La directora del IVI en Valencia, Amparo Ruiz, ha explicado que hay muchas lagunas legales en este ámbito.