La única ausencia significativa entre los firmantes del nuevo convenio colectivo del campo fue la de la patronal agraria Asaja-Cáceres. Y el resto de los presentes ayer en Mérida no desaprovecharon la oportunidad para disparar verbalmente contra los dirigentes de esta organización. "Asaja ha hecho lo mismo de siempre. Está de acuerdo con el convenio pero no lo firma", manifestó Miguel Leal. Según este dirigente, los firmantes representan al 88% de los agricultores y ganaderos.

Bibiano Fernández, presidente de Apag, consideró "legítimo el desmarque" de Asaja-Cáceres pero lamentó que esta organización no se sumara al acuerdo pese a haber participado en las rondas negociadoras. Por su parte, Luis Cortés, coordinador regional de Coag, manifestó que si Asaja-Cáceres no se ha sumado al convenio es por "demagogia". Cortés expresó su deseo que de desde la Asaja no se envíen cartas a todos sus afiliados, como ya hizo en el 2001, para desacreditar el pacto.

Antonio Crespo, de CCOO, resaltó la equiparación salarial, mientras que Juan Ogayar, de UGT, la calificó de "importantísima".