El Alto Comisionado de apoyo a las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, declaró ayer que es objeto de una campaña de descrédito orquestada por el PP y por determinadas asociaciones y llegó a responsabilizarles de lo que pueda sucederle a él, a su familia y a sus colaboradores.

Peces-Barba, que ayer mantuvo una reunión con asociaciones de víctimas de Cataluña, Valencia y Galicia, prefirió no "rebajarse" a contestar al senador del Partido Popular, Ignacio Cosidó, quien le acusó el miércoles "de estar más cerca de los terroristas que de las víctimas". Sin embargo, dijo que fue "evidentemente calumnioso" acusarle "de un delito que sería de colaboración con banda armada".

El comisionado reconoció que no ha recibido amenazas concretas, pero se quejó de que hace una semana dos periodistas llegaran a subirse a la valla de su casa para fotografiarle.

Aunque dijo estar seguro de que "la inmensa mayoría de los españoles saben distinguir las verdades de las intoxicaciones", insistió en que otros pueden ser manipulados. "Hay una minoría que puede creerse que mi tarea es tan absolutamente nefasta que es necesario quitarme de en medio, incluso por caminos inadecuados", señaló.

DESCREDITO PERSONAL Peces- Barba culpó de esta situación a "un partido político y a determinadas asociaciones". En su opinión, orquestaron una campaña desde el momento en que tomó posesión de su cargo "sin atender a las propuestas que formulaba, sino buscando ocasiones para el descrédito personal y de la institución" que representa.