El colectivo de pensionistas extremeños, que supone menos del 28% de la población total adscrita al sistema sanitario público, copa el 77,7% del gasto en medicamentos, y más del 68% de las recetas, según los datos del Servicio Extremeño de Salud. Mientras, los activos, que son el 31,5% de la población, constituyen el 22,3% de la factura y consumen el 31,5% de las recetas.

Además, en el panorama general, el continuo crecimiento de la factura farmacéutica se ha convertido en un problema de primer orden para las autoridades sanitarias, al subir como media tres o cuatro veces más que el IPC. De hecho, en la región, y según apunta la publicación Salud Extremadura , el coste de las medicinas ya se come el 33% de los gastos sanitarios totales (diez puntos más que en 1990), y las proyecciones indican que esta proporción subirá, de no ponerse coto a los incrementos actuales, al 50% dentro de once años y al 100% en el 2029.

MAS ESPERANZA DE VIDA Respecto al peso que dentro de este apartado del consumo de medicinas por los pensionistas, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cáceres, Pedro Claros, indicó que está relacionado tanto con la aportación de cada colectivo en el precio de las medicinas (cero para los jubilados y el 40% para los activos), como al hecho de que "es un grupo de mayor consumo, porque sufren más enfermedades crónicas por el deterioro físico, y son personas que, en muchos casos, necesitan varias medicaciones porque no presentan una sola enfermedad".

Además, apuntó que el aumento de la esperanza de vida hace que los años en los que se disfruta de la prestación farmacéutica gratuita hayan crecido. Así, si hace unas décadas esta esperanza se situaba un poco por encima de los 70 años, ahora ha estaría en los 85 años, "y es un tiempo que se vive de más, pero en el que también se consumen más medicamentos".

Otro factor de importancia, dentro del panorama global, es que "disfrutamos y exigimos cada vez un mayor nivel de salud, y esto implica que haya cada vez más población asistida, menos tolerancia al dolor y la enfermedad, más años de vida y mejor sistema para detectar y tratar las enfermedades".

Asimismo, y como cuestión emergente, Claros comentó que el incremento de la población inmigrante que, por la situación en sus países de origen, "presenta un peor estado de salud", que soporta el sistema sanitario de acogida.

Por último, el presidente de los boticarios cacereños explicó que los medicamentos se hacen cada vez mejores, con menos efectos secundarios y mayor eficacia, "y esto también hace que cuesten más".

VOZ DE ALARMA Todo el conjunto de factores, cuyo resultado lastra las cuentas del SES, ha hecho que desde la Consejería de Sanidad se dé la voz de alarma, y se advierta de que, se seguir esta progresión del gasto "el sistema está en peligro", para añadir que "sería lamentable que esta conquista (acceso universal a la atención sanitaria) se frustrase y se rompiera uno de los mejores resortes de la cohesión social".

Para evitarlo, los médicos, principales agentes en la cuestión, abogan, según el presidente del Colegio pacense, Francisco Téllez, por la educación para evitar "el abuso de lo no necesario".

Asimismo, Téllez cree positivo el diálogo entre la Administración y el médico, "sin disminuir la libertad de prescripción". Mientras, Remigio Cordero, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, incide en el control del registro de fármacos, para evitar la incorporación de aquellos que no aporten beneficios añadidos, la disminución de las "desproporcionadas inversiones" de la industria farmacéutica en promoción, y la mejor formación de los médicos para que puedan analizar las ventajas de las innovaciones.

SIGUE CRECIENDO Mientras tanto, la factura sigue creciendo. Así, los extremeños se han gastado a estas alturas de año cuatro millones de euros más en fármacos que en todo el 2002. Según datos de la Consejería de Sanidad, el gasto en medicinas supera los 227,4 millones de euros en lo que va de año, frente a los 223,5 millones gastados hace un año, y los 202 millones de todo el 2001. Además, Sanidad prevé que en el 2004 se gastarán 260 millones.

La progresión del 2003 ha sido especialmente negativa en los últimos meses, y, sobre todo, en septiembre, donde creció un 16,5% alcanzando los 21 millones de euros. La culpa se achaca a la virulencia de la gripe.

En una comparecencia en la Asamblea el pasado mes, el director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Francisco García Peña, anunció que la previsión de Sanidad es que el gasto farmacéutico se incremente a lo largo del 2004 un 8%, lo que supone casi 60 millones más que lo gastado en todo el 2001.

Por ello, aseguró que la consejería contempla medidas para "ordenar este desaguisado", en coordinación con los profesionales sanitarios, centros asistenciales y la industria, ya que se trata de un "problema serio".

Estas cifras ponen de manifiesto que el plan de choque puesto en marcha en Extremadura, junto a ambas Castillas y Madrid, hace más de un año para frenar el gasto farmacéutico no ha dado los resultados deseados.