El trienio 2003-2005 ha sido de largo el peor de la última década en cuanto a incendios forestales. De hecho, sólo en ese periodo, y sin que haya terminado aún el 2005, se han quemado casi 78.000 hectáreas, más que en los siete años anteriores. Esto significa que sólo en tres años se ha quemado el 3,4% de la superficie forestal total de la región.

Destaca dentro del periodo el 2003, donde Extremadura se vio azotada por una sucesión de incendios, algunos de ellos de gran magnitud, especialmente durante el mes de agosto. Ese año ardieron más de 43.500 hectáreas, de las que 18.755 fueron bosques y casi 5.000 dehesas y 13.500 monte bajo. El fuego castigo especialmente a la provincia de Cáceres, que perdió más de 18.000 hectáreas de bosque y más de 10.000 de monte bajo.

Ese año se produjo también el fuego más grave en cuanto a superficie afectada, que entró desde Portugal el 2 de agosto, y arrasó 13.700 hectáreas, de las que 9.750 correspondieron al superficie forestal.

Este año el más grave fue el que sufrió la zona de Villuercas-Ibores, donde ardieron 12.200 hectáreas de superficie forestal.

El plan Infoex ha declarado este año como época de riesgo alto de incendios forestales en la región el periodo que va desde el 1 de junio al 16 de octubre. Es decir, aún queda un mes de peligro alto, donde rigen las restricciones más severas. Además, la orden de la Consejería de Desarrollo Rural que regula esta cuestión apunta que la época de riesgo podrá prorrogarse si las circunstancias meteorológicas lo aconsejan. Por ello, y debido a la sequía, el periodo podría alargarse.