Son la salvación de sus hijas cuando les necesitan. Los padres sus nietos están en paro y ahora se les requiere menos, pero "el teléfono tiene que estar siempre disponible". María del Rosario cuida de Lola, de 16 meses, casi a diario. La madre de la pequeña regenta el Mesón El Encinar de la plaza Mayor de Cáceres y aunque está cerrado por las obras, siempre hay trabajo que hacer, ahora está de reforma.

Por su parte, Pepi, jubilada de Telefónica, cuida solo de vez en cuando a Carlos, de 4 años, porque sus padres también están en paro. "Vivo como una reina", dice. Ambas abuelas, además, han superado un cáncer de mama y están viudas. Sus voces también reivindica un futuro mejor: "Si tenemos que ayudar a nuestros hijos en paro los 500 euros por viudedad no son nada". La tareas domésticas también tienen un peso fundamental para la mujeres, que sigue llevando "el timón", pero reconocen que los maridos de ahora ayudan más, "que es lo que tienen que hacer". G. M.