La falta de lluvias de este invierno ha causado estragos en la cría de cerdos ibéricos de bellota, que frustran las buenas expectativas que se tenían en septiembre.

De hecho, cuando se realizó la primera estimación a finales del verano las perspectivas eran de una buena cosecha de bellotas, lo que animó a muchos ganaderos a apostar por el ibérico en montanera.

Sin embargo, este espejismo ha provocado pérdidas aún mayores, puesto que se arrendaron fincas de dehesa, cuyo precio es de 60 euros por hectárea, según el director técnico de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura, Alvaro Rivas, (hasta 1.000 euros por hectárea, según otras fuentes) y no han tenido aprovechamiento.

Rivas estimó las pérdidas en un 25%, y apuntó que, al margen de que había menos bellota, el problema más grave ha sido la falta de hierba.

"La bellota es muy seca, y el cerdo sólo la come acompañada de hierba, así que han comido menos", explicó. Esto ha impedido que el animal alcance las 14 arrobas preceptivas. Para completar el peso, se tuvo recurrir al recebo, lo que supone una bajada de precios de en torno a siete euros por arroba o, lo que es lo mismo, casi cien euros por animal.

Además, otros ganaderos, vista la situación, optaron antes por salirse de la Denominación de Origen, lo que les acarrea una pérdida aproximada de cinco euros por arroba.

De este modo, de los 52.000 cerdos marcados en Dehesa de Extremadura en esta campaña, unos 5.000 ni siquiera fueron a montanera, y otros 12.000 no podrán ser vendidos como bellota, sino como recebo.

Quedaron, por tanto, unos 35.000, muy por debajo de la campaña anterior, cuando la cifra de cochinos en montanera controlados por la Denominación de Origen estuvo por encima de los 50.000.