La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, destacó ayer el aumento del consumo de hachís en los colegios y escuelas, un problema que, aseguró, "afecta a menores que se encuentran todavía en pleno proceso de maduración personal y social, con lo que las repercusiones pueden ser más peligrosas".

De igual forma, Pereira se pronunció sobre los posibles efectos inmediatos que la medida de control y vigilancia puesta en marcha por el Gobierno central provocará en los centros extremeños, cuya seguridad, insistió, se verá reforzada.

La vigilancia de los más de 200 agentes que se desarrollará en el entorno de los centros, aseguró la delegada del Gobierno, "va a empujar a los traficantes minoristas de droga a no utilizarlos como canales de venta si no quieren ser cazados".