Una vecina de Granollers (Barcelona) encontró a un perro muerto con una soga al cuello, atado a una torreta del tendido eléctrico de alta tensión en Talavera la Real, en octubre del pasado año. La mujer se puso en contacto con una asociación protectora de animales, dedicada a la adopción y a la búsqueda de familias para gatos y perros que pidió que se tomaran medidas para evitar estos actos.