NACIO EN CACERES HACE 49 AÑOS, AUNQUE SE MARCHO A MADRID TRAS TERMINAR COU.

TRABAJA COMO ADMINISTRATIVA EN EL INSTITUTO NACIONAL DE TECNICA AEROESPACIAL.

SU HIJO DANIEL DE 20 AÑOS, FALLECIO EN LOS ATENTADOS DEL 11 DE MARZO EN MADRID.

--¿Cree que ha servido de algo todo el revuelo que se ha originado con su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga los atentados terroristas del 11-M?

--Espero que sirva para algo, principalmente lo que esperamos las víctimas es que valga de aldabonazo a las conciencias, que el azar y sólo el azar hizo que fueran esos trenes y esas víctimas y que podrían haber sido otras las víctimas y otra la ciudad. Que se tome conciencia de que no se puede jugar con el dolor de las víctimas bajo banderas partidarias y se tomen medidas para que esto no vuelva a ocurrir o por lo menos impedirlo con las máximas garantías posibles. Eso es para lo que nosotros comparecimos en la comisión, sólo para eso, porque nosotros no quisimos dar lecciones, sino concienciar de que a cualquiera le podía haber ocurrido.

--¿Es cierto que hubo personas que trataron de vetar vuestra comparecencia?

--Sí, en concreto la mía, curiosamente eran las diez y media de la mañana del día 15, que se supone que yo ya debía estar compareciendo y todavía se estaba decidiendo si era a puerta abierta o cerrada, con lo cual se intentó usurpar la voz de las víctimas hasta el último momento, porque sólo la asociación es la que decide quién representa a las víctimas y en aquel momento se había decidido que fuera yo. No obstante, hubiéramos comparecido de cualquier manera, incluso con el veto.

--Desde algunos sectores se ha criticado que su asociación no es representativa de lo que piensan los otros colectivos de víctimas del terrorismo.

--Ni nunca lo hemos pretendido. Nosotros no queremos representar a todas las víctimas, sabemos que es demasiado grande el dolor y demasiado amplio para que pueda haber más asociaciones. La diferencia de nuestra asociación con las demás es que no es partidista, no pedimos un carnet político ni para entrar ni para opinar. No queremos representar a todas las víctimas, sólo a aquellas que simple y llanamente han aparecido por nuestra asociación. No hemos tenido ayuda institucional para avanzar, lo hemos hecho por el boca a boca entre las víctimas, generando un grupo cada vez mayor. Unicamente pedimos una cosa: que todas las asociaciones de víctimas tengan el mismo trato y se les dé lo mismo.

--¿Por qué no se han unido todas las víctimas para hacer un frente común en sus reivindicaciones ante la comisión parlamentaria?

--Nosotros tenemos clara una cosa, allí comparecimos dos asociaciones, la nuestra y la de Víctimas del Terrorismo (VT). Nos hubiera venido muy bien su experiencia, porque llevan 30 años como colectivo, pero nunca se han dirigido a nosotros, tan sólo lo hizo la asociación de víctimas catalanas que pusieron a nuestra disposición toda su experiencia y gracias a ellos hemos conseguido cosas, como que un neonato sea reconocido como víctima. La VT nunca se ha dirigido a nosotros, pero, al margen de eso, te puedo anticipar que nosotros nunca nos incorporaríamos a una asociación cuyo presidente de honor sea el señor Aznar, porque no queremos estar focalizados bajo ningún partido político.

--En cuanto a encasillamientos políticos, también se ha criticado estos días su afiliación a Comisiones Obreras.

--Tengo reconocidas en mi persona todas las garantías constitucionales, mi derecho de afiliación, de sindicación, de libertad religiosa, de libertar de conciencia... Pertenezco a Comisiones Obreras prácticamente desde que Marcelino (Camacho) era joven, con lo que ya hace unos cuantos años, y nunca voy a renegar de mi militancia sindical, eso no ha impedido que sea la voz de las víctimas porque las víctimas, por mucho que se empeñen algunos, tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos separan. Nos une el dolor, la pérdida, la angustia, el

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