En una región gobernada casi siempre por mayorías absolutas, es difícil toparse con una situación política parecida a la que ahora se da de cara a la tramitación de los presupuestos. Para encontrar el antecedente más cercano, es necesario remontarse a 1996. Con Juan Carlos Rodríguez Ibarra al frente de la Junta de Extremadura en minoría y Teresa Rejas presidiendo la Asamblea, una 'pinza' entre el PP e IU consiguió echar para atrás el proyecto de ley de presupuestos de la Junta para 1997, gracias a una enmienda a la totalidad negociada entre los dos partidos en la oposición. Durante el debate parlamentario, los dos textos se fundieron en uno solo a petición de ambos grupos. Salió adelante con sus votos y la abstención del Grupo Mixto.

No quedó más remedio que prorrogar las cuentas del 96, y aunque para los socialistas de la época los acontecimientos fueron una maniobra "de desgaste y erosión" para el presidente de la Junta, Ibarra finalmente optó por llevar la negociación al Parlamento. Era lo que pedía la oposición, que le afeaba haber presentado los presupuestos en la Cámara sin haberlos negociado. "Tarde o temprano tendrán que venir a negociar", decía entonces el diputado de IU Manuel Cañada. "Ha sido imposible por la inflexibilidad del PP y la falta de voluntad de IU", le respondía el consejero de Economía, Manuel Amigo.

Ahora los papeles han cambiado, pero la situación es la misma. El PP en el Gobierno y el PSOE en la oposición, pero Monago está llamado al diálogo. Cañada señalaba que IU siempre había presentado enmiendas a la totalidad y que ese año no podía ser de otra manera, y lo mismo repetía ayer el coordinador de IU, Pedro Escobar. Por entonces, uno de los principales escollos fue la propuesta de IU de crear un plan de empleo con los ayuntamientos para las familias sin recursos, una petición que también se incluye en la enmienda presentada ayer.