El viento registrado durante todo el día de ayer en Extremadura reavivó los incendios de Hurdes, Hoyos y Perales del Puerto, al tiempo que dificultó en gran medida la lucha de los bomberos en todos los focos. Al cierre de esta edición se mantenían activos doce frentes en la provincia de Cáceres, casi todos incontrolados, aunque sólo estaba activada la alerta de evacuación en Logrosán y Sauceda. Mientras, la mayoría de los cerca de 6.000 evacuados el jueves regresaron a sus casas.

Además, los primeros indicios apuntan que tres de los fuegos fueron provocados por pirómanos.

El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que compareció a media tarde para hacer un balance de la situación, reconoció que el mayor problema era el viento, que sopló tres veces más fuerte de lo que se había previsto. De hecho, en lugar de los diez kilómetros por hora anunciados, los bomberos tuvieron que luchar aires de hasta 35 kilómetros por hora.

La peor situación se vivió un día más en Las Hurdes, donde los fuertes vientos provocaron que el incendio se reprodujese en varios frentes y a última hora avanzaba descontrolado hacia Sauceda, por lo que se preparó la posible evacuación.

En Hoyos, "el segundo foco más conflictivo", las llamas continuaron avanzado en varios focos debido también al viento que sopló en la zona.

MAS MEDIOS

El tercer punto problemático fue Perales del Puerto, donde el fuego se dirigía hacia Villasbuenas de Gata. De hecho, la dificultad para controlar este foco provocó que a las cinco de la tarde la Junta solicitase urgentemente más medios aéreos al Ministerio de Medio Ambiente. En torno a las siete de la tarde un avión y un hidroavión procedentes de Zaragoza y Huesca llegaron a la zona.

A los fuegos que ya venían asolando la región en los últimos días se sumó ayer un nuevo incendio en Logrosán, donde aparecieron cinco focos simultáneos que, según Ibarra, "demuestran que fue provocado". En pocas horas los bomberos lograron controlarlo por el norte, aunque se activó la alerta de evacuación en el municipio cacereño.

El incendio de Hervás continuaba activo, extendiéndose hacia la población cacereña de Jerte "pero sin ningún riesgo para la población", y, asimismo, las llamas estaban descontroladas en Gasco.

También incontrolado se mantuvo durante todo el día el de Robledillo de la Vera, un incendio con 500 metros de frente que quemó jara y pino. El último foco peligroso surgió en la sierra cercana a Jerte, aunque ayer no suponía ningún riesgo para los vecinos del municipio.