No hubo sorpresas en el inicio de la tercera legislatura de Fernando Pizarro como alcalde de Plasencia con mayoría absoluta. Como era de esperar, el salón de plenos estaba a rebosar, no en vano, 10.292 placentinos le votaron en las últimas elecciones municipales. Una representación acudió ayer para besarle, darle la mano, vitorearle o aplaudirle en su toma de posesión y la de los otros 20 concejales de una corporación, por primera vez, con mayoría de mujeres.

A las 13.03 horas, fue proclamado alcalde, entre los aplausos más atronadores de la jornada. Pizarro se levantó de su escaño, emocionado y juró su cargo, como había hecho tras recibir la medalla de Plasencia, sobre los fueros de la ciudad y la Constitución Española. Tras recibir el bastón de mando y mostrárselo a los presentes, entre aplausos y vítores, saludó uno a uno a todos los concejales de la oposición y, después, al resto del equipo de gobierno.

Apoyado por familiares, miembros de colectivos sociales, el comisario de la Policía Nacional, el representante de la comunidad musulmana y Cristina Teniente como máxima representante del PP regional, Fernando Pizarro inició su discurso de investidura con referencias literarias, a una obra del profesor de Griego Javier Negrete, para loar a Plasencia, «la Atenas de Extremadura, la Jerusalén del reino de Castilla».

loa a cada concejal / En la undécima legislatura de la democracia, subrayó que esta será su tercera «y muy probablemente la última» y recordó que la fecha de ayer coincidió con la de «las primeras elecciones de la democracia española».

En este nuevo periodo, «espero devolver y compensar el cariño y la confianza de los placentinos», dijo, con la «honestidad, esfuerzo y sinceridad que me enseñaron mis padres», un padre soldador y una madre «que cuidaba niños» y que le permitieron estudiar una carrera y mantenerse siempre «con los pies en el suelo». Las referencias a sus padres le hicieron emocionarse en más de una ocasión.

Aludió a su primera legislatura, de la que recordó que fue «un periodo muy difícil», por la crisis económica y «sentencias heredadas» y destacó que, en los últimos 8 años, «hemos conquistado una mejor Plasencia, pero el camino continúa sin fin, quedando mucho por hacer».

Para esto contará con sus 11 concejales, pero también integró al resto de la corporación y a los 21, les dijo que están «destinados a trabajar duro» para continuar mejorando Plasencia. Tuvo palabras de elogio para cada uno. «Que esta siga siendo la casa grande de todos los placentinos» deseó para finalizar.

las novedades / El pleno de investidura comenzó pasadas las 12.30 horas, con la entrada del alcalde y el equipo de gobierno electos entre besos, abrazos y aplausos. Marisa Bermejo y Sito Díaz, ambos del PP, constituyeron la mesa de edad y, uno a uno, los ediles fueron jurando o prometiendo su cargo.

Bermejo leyó ambas fórmulas y el resto de la bancada del PP lo juró, al igual que la edil de Ciudadanos. Los concejales del PSOE y Unidas Podemos lo prometieron y estas últimas, Mavi Mata y Elena Mejías, lo hicieron con fórmulas alternativas. La primera prometió «ante el pueblo soberano» y «guardando lealtad al jefe del Estado por imperativo legal». Prometió trabajar por los derechos humanos, la defensa de lo público y el bien común. Mejías leyó un texto similar, prometiendo «lealtad a la ciudadanía y a la función pública».

Hubo cuatro candidatos a la alcaldía, votados a mano alzada y Pizarro fue proclamado con los votos de sus ediles, la mayoría absoluta salida de las urnas.