El Plan de Futuro de Cetarsa, anunciado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) hace ahora cuatro años para dinamizar la economía de las comarcas extremeñas afectadas por la reducción o cese de actividad en algunos centros de la compañía tabaquera, sólo ha logrado la puesta en marcha de una nueva empresa desde entonces. Se trata de una cantera de áridos que se encuentra situada en localidad cacereña de Galisteo y que ha supuesto la creación de un puesto de trabajo. El grupo público asegura que el plan "se ha cumplido adecuadamente, según lo previsto".

El Estado, a través de la Sepi, es el accionista mayoritario de Cetarsa, con el 79% del capital. "En Extremadura, Sodiex, compañía de capital-riesgo en la que Sepi es mayoritaria, destinará un importe inicial de 3 millones de euros para apoyar la implantación de nuevas empresas generadoras de riqueza y empleo en los municipios afectados por las medidas recogidas en el Plan de Futuro ", decía la Sepi --dependiente del Ministerio de Hacienda entonces-- para explicar el acuerdo en junio del 2002. Antes del plan de ajuste Cetarsa tenía unos 800 trabajadores en Extremadura, lo que la situaba como una de las principales empresas de la región en número de empleados.

REDUCCION DE ACTIVIDAD La reducción de actividad afectaba a los centros de Plasencia, que cerró, y a los de Jarandilla y Jaraíz de la Vera, que quedaron como simples almacenes. Coria, Talayuela y, sobre todo Navalmoral (sede de la compañía), quedaban como centros realmente productivos. Cetarsa, mediante un expediente de regulación de empleo (ERE), redujo su plantilla en el 2002 de 1.139 a 659 trabajadores. De los 480 empleados que abandonaron la compañía --algunos de ellos prejubilados y otros indemnizados--, 252 trabajaban en plantas de Cetarsa en la provincia de Cáceres y el resto en Granada.

Lo que la Sepi pretendía al aplicar este ajuste en Cetarsa es asegurar la continuidad y la estabilidad de la compañía en el mercado "como compañía competitiva y rentable y garantizar la renta de las 20.000 familias que viven del cultivo del tabaco en España". Como compensación a esta pérdida de empleo, la Sepi anunció una inversión "inicial" de 3 millones de euros en Cáceres y otros 10 millones de euros en Granada, donde la compañía también tenía actividad. Pero lo cierto es que, en ambos sitios, ese plan de revitalización industrial ha tenido unos resultados muy pobres. En Granada la Sepi se comprometió a construir un parque empresarial que, según la prensa local, aún no se ha puesto en marcha.

EXPEDIENTE POSITIVO "El expediente de regulación de empleo fue muy positivo --explican fuentes de uno de los sindicatos representativos en Cetarsa--, pero es triste que todas las inversiones anunciadas estén sin realizar". La Sepi anunció también que promovería la construcción de una fábrica de puertas en Plasencia --con 70 empleos--, una empresa de comercialización de setas en Navalmoral de la Mata, un campo de golf o un tanatorio, pero lo cierto es que ninguno de estos proyectos se ha puesto en marcha.

La misma fuente sindical explica que el compromiso de las inversiones de la Sepi no se recogió en ningún documento por escrito, por lo que ve con cierta resignación el hecho de que los anuncios de los políticos no se hayan llevado a efecto y estuvieran más relacionadas con la proximidad de las elecciones locales y autonómicas. Sólo un año después del cierre de los centros de Cetarsa hubo comicios. Tras el cambio de gobierno en el 2004, tampoco el plan de creación de empresas que se anunció dos años antes ha experimentado avances significativos.

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