En Plasencia no hay botellón desde el 2011 y la opinión general de los hosteleros es que el número de clientes ha descendido, tanto de día como de noche. No obstante, hay diversidad de opiniones en cuanto a si el modelo de ocio nocturno ha dado paso al de mediodía y tarde.

La asociación de vecinos Intramuros lo tiene claro: «no hemos notado ningún cambio. El ‘cañeo’ es el de siempre». No hay quejas vecinales ni el ayuntamiento ha tenido que intervenir porque no se denuncian molestias.

Para Raúl Paniagua, propietario de La Pitarra del Gordo y hostelero de la plaza Mayor «ha bajado todo muchísimo ,y si alguien sale más a mediodía, es obligado porque está todo cerrado». Afirma que «hay pubs que ya no abren los viernes», pero tampoco ha visto más afluencia por las tardes. De hecho, como cliente, apunta que «por las tardes no puedes escuchar música porque no hay pubs abiertos y si estás en terraza con mesa alta estás rodeado de niños. El cañeo no tiene nada que ver a lo que había hace años».

Sin embargo, para Mamen Marcos, propietaria de un pub en la plaza de Sosa, sí se ha notado un cambio de hábitos, aunque considera que es generalizado en la región, sobre todo en fechas señaladas: «Ha habido más comidas que cenas en las Navidades. De noche, ya solo se trabaja los sábados y, cuando estás a reventar, tienes que cerrar».

Ella sí ve un cambio de tendencia, aunque leve. «La hostelería está bajando y en Plasencia se siguen cerrando establecimientos. El horario de cierre tiene mucho que ver». RAQUEL RODRÍGUEZ