El Movimiento Social (MSU) de Plasencia apuntó ayer que con la inauguración de los tramos de autovía que permitirán unir la capital del Jerte con Cáceres "queda saldada una pequeña parte de la deuda histórica del Gobierno central con Extremadura". En un escrito firmado por el coordinador de Infraestructuras del MSU, Francisco Martín, se indica que van "a pasar al baúl de los recuerdos los famosos 17 kilómetros de las curvas del Tajo, las filas de camiones y cosechadoras", y se añade: "Muere una conexión tercermundista y peligrosa y nace una vía moderna, rápida y segura".

Martín explica que la autovía permitirá impulsar el desarrollo industrial y el empleo de las dos ciudades, y agrega: "Mañana (por hoy) es un día grande para los ciudadanos, los transportistas, los extremeños y los turistas, pues dejarán de padecer el trayecto de Cáceres a Plasencia para disfrutar de una vía de la modernidad que llega con 15 años de retraso y que lastró el desarrollo de la región".

En todo caso, desde el MSU se reclama que todo el recorrido de la A-66 por Extremadura esté concluido en el 2007 y no en el 2008. Asimismo, se aprovechará la presencia en la inauguración de hoy del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para demandarle su compromiso de que se impulse "de forma decisiva" la conversión en autovía de la N-630 en Castilla y León. Según se recoge en el escrito, de los 300 kilómetros de la A-66 en la región vecina sólo están en servicio y exentos de peaje los 55 kilómetros entre Benavente y León.

Por ello, el Movimiento Social placentino demandará que se agilice esta vía "que vertebra el oeste de España". De igual modo, en su escrito Martín reclama un debate en el Parlamento nacional sobre el desarrollo del oeste peninsular "donde se necesitan fuertes inversiones para lograr la cohesión social y alcanzar las medias del nivel de vida de otras regiones de España y Europa".