El pasado 26 de mayo el Parlamento extremeño vivía una jornada polémica e histórica en la que, por primera vez en 22 de parlamentarismo autonómico, el presidente de la Cámara, Federico Suárez, decidía suspender la sesión tras expulsar a dos diputados del PP --que se negaron a abandonar el hemiciclo-- y al público asistente.

La polémica se disparó durante el debate de una propuesta de IU-Siex sobre la refinería, pero antes ya se habían escuchado algunas alusiones. Primero, Javier Casado (PP) afirmaba que al presidente de la Junta "siempre le pagan los cafés y eso los escoltas cuando van de viaje por ahí" y ´remataba´ asegurando que altos cargos de la Consejería de Sanidad "velan tanto por las listas de espera que están aquí presentes".

Pero fue en el debate sobre la refinería en el que se disparó la tensión. Cristóbal Guerrero (IU-Siex) acusó a los diputados del PSOE y a los líderes sindicales de ser "empleados menores" de Alfonso Gallardo.

La última intervención fue la de Rodríguez Ibarra, que se dirigió directamente a Guerrero: "Yo he decidido trabajar en la política y no como usted, que trabaja en la Sanidad pero está aquí, aumentando la lista de espera hoy en Llerena". Fue entonces cuando Suárez llamó al orden a los diputados del PP Teresa Angulo y Alberto Casero y segundos después les expulsó al igual que al público, que increpaba duramente a Ibarra.

Los diputados del PP, apoyados por su Grupo, se negaron a abandonar el hemiciclo y Suárez suspendió la sesión y abandonó la Cámara. A los quince minutos regresó, pero ante la negativa de Casero y Angulo a cumplir su orden levantó la sesión.