Parece que el poder casi hipnótico que ejerce la caja tonta sobre los extremeños les hace olvidar que hay otros medios para ocupar el ocio, informarse o aprender. De este modo, Extremadura es, de largo, líder en consumo de televisión, pero cae a los últimos lugares cuando se trata del resto de oferta en medios de comunicación. El dato que mejor ilustra esta fijación por la tele en detrimento de medios como la prensa escrita es el índice de difusión. Según la Unesco, un país donde se vendan menos de cien periódicos por cada mil habitantes queda por debajo del nivel de desarrollo en consumo de prensa. Pues bien, España soporta a duras penas este umbral, pero Extremadura cae de manera muy clara por debajo.

Según un estudio fundamentado en los informes que realiza la Asociación de Editores de Diarios Españoles (Aede), por cada mil extremeños apenas se venden 59 periódicos, es decir, que la suma de todos los ejemplares que se adquieren a diario anda por los 64.000.

De ellos, en torno a 40.000 corresponden a las ventas de la prensa regional, y el resto a diarios de tirada nacional.

Por citar algunos ejemplos, en Finlandia este índice está en 445, en Inglaterra en 319 y, lo que es más preocupante, en Madagascar anda por los 66 y en Mozambique ronda los 50.

La radio no tira

El panorama para el resto tampoco es muy halagüeño. Así, en radio, el consumo medio diario por extremeño está en hora y media, a 20 minutos de la media nacional, y sólo por encima, en seis minutos, de Baleares, que ocupa el último lugar del ránking. Para colmo, este minutaje está bastante mal repartido, ya que apenas la mitad de la población de la región escucha la radio, aunque sólo sea un rato, todos los días. Nada que ver con la televisión, vista a diario por el 95% de los extremeños.

El cine es otra asignatura pendiente en Extremadura. La gran pantalla sigue cediendo ante el empuje de la oferta de películas a través de la televisión, bien sea por la oferta de las propias cadenas (cada vez peor y más escasa, o colocada a horas intempestivas) o por la competencia, primero del vídeo, y ahora de los DVD. Prueba de esta crisis es el reciente cierre de multicines Avenida, en Badajoz.

Un escaso 5,3% de los extremeños declaren haber acudido al cine durante la última semana, aproximadamente la mitad de lo que sucede en la media nacional, lo que hace que Extremadura ocupe el último lugar en este ránking. En el lado positivo, paso a paso, internet va captando adeptos en la región. De este modo, el porcentaje de extremeños que se ha conectado a la red en el último mes ya supera el 22%, y Extremadura ha abandonado, parece que definitivamente el último lugar que le venían otorgando las clasificaciones referidas a número de internautas.

Ahora, la región ya ha dejado atrás a comunidades como La Rioja o Castilla-La Mancha, y roza los índices de Valencia y Castilla y León. Cierto es que aún está a cuatro puntos de la media española, y a trece de quien lidera el ránking, que es Madrid, pero la implantación de internet marca una esperanzadora tendencia positiva.

Por último, casi el 48% de los extremeños lee u hojea alguna revista distinta de los suplementos de los periódicos. Este índice, el tercero más bajo de España, está a cinco puntos de la media nacional.