"A más densidad de empresas, mayor PIB per cápita", sentenció ayer José Antonio Herce. Una máxima que se cumple a rajatabla en Extremadura, que ocupa el último lugar en España en ambos parámetros. En la comunidad autónoma hay 59,2 empresas por cada mil habitantes, lejos de las 81,2 que se promedian en Cataluña o de las 81 de Baleares. La media se sitúa en 70.

Pero además de pocas, las empresas extremeñas son casi todas de pequeño tamaño: "Es un universo plagado de empresas sin trabajadores o, como mucho, de menos de diez", dijo Herce.