El Grupo Operativo de Extranjeros de la Comisaría de Mérida ha detenido a dos hombres de 53 y 51 años como presuntos responsables de la estafa que sufrieron 28 inmigrantes, a los que habrían cobrado un montante global de cerca de 120.000 euros por supuestos contratos con empresas inexistentes.

El inspector jefe de la brigada, Francisco Martín, explicó a EL PERIODICO EXTREMADURA que una vez que el pasado 7 de mayo se dio por concluido el proceso de Normalización de Extranjeros 2005, todas las subdelegaciones del Gobierno comenzaron una segunda fase: revisar toda la documentación que se había presentado. Así, a finales del mes de junio la Policía Nacional recibió una comunicación de la Subdelegación del Gobierno en Badajoz en la que se alertaba de la presentación de 28 expedientes de contratación correspondientes a empresas ficticias supuestamente ubicadas en la capital extremeña.

Ese mismo día dos colombianos se personaban en la comisaría emeritense para interponer una denuncia por el mismo caso que, al parecer, fue destapado en primera instancia a través de un aviso realizado por el sindicato Comisiones Obreras a la Delegación del Gobierno.

Tras una semana de investigación los agentes del grupo Operativo de Extranjeros de Mérida lograron destapar la supuesta estafa, por la que fueron detenidos D. C. P., de 53 años, y J. B. L., de 51 años. Según los datos recabados por la Policía Nacional, uno de los detenidos es el responsable de una cafetería ubicada en el centro de la ciudad y en la que trabaja un camarero colombiano. Aunque éste último tiene todos los papeles en regla, el empresario le comunicó que estaba dispuesto a ofrecer contratos a extranjeros sin papeles por un módico precio --entre 3.000 y 5.000 euros dependiendo del caso-- para que así pudiesen regularizar su situación.

EL SEÑUELO El camarero, que fue utilizado como señuelo , contactó en Madrid con varios ciudadanos colombianos que estaban en España en situación irregular para comunicarles la oferta de su jefe , y finalmente fueron 28 inmigrantes --27 colombianos y 1 rumano-- los que se decidieron a pagar la cantidad que solicitaba. Tanto el empresario como un amigo suyo comenzaron a firmar supuestos contratos a estas personas, pero lo hacían a nombre de dos empresas ficticias (Emerita Americana y Emerita sociedad civil ). Posteriormente presentaron esta documentación falsificada ante la Delegación del Gobierno, que acabó detectando las irregularidades.

Francisco Martín asegura que es el primer caso de este tipo que se ha detectado en la región, pero teme que la revisión del proceso de Normalización pueda sacar a la luz nuevas estafas.

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