En el seno de la policía se espera como agua de mayo la sentencia del 11-M. El Cuerpo Nacional de Policía ha sido uno de los grandes damnificados de la teoría de la conspiración. Mientras muchos de sus responsables han sido invitados a congresos en el extranjero para explicar cómo en tan poco tiempo se detuvo a los responsables, en España los agentes han visto cómo se les ha acusado de ocultar e inventar pruebas. Los agentes consultados esperan que la sentencia sirva para acallar críticas y demuestre que, en lo básico, hicieron bien su trabajo. Muchos admiten que hubo descoordinación, pero destacan que los fallos se debieron a la magnitud del atentado y a que la prioridad era salvar vidas.