La coordinación y cooperación entre la Policía Nacional y la Guardia Civil en Extremadura es prácticamente nula, según han denunciado sindicatos de ambos cuerpos de seguridad, que alertan sobre los "importantes problemas" que esta situación genera a diario, tanto para los ciudadanos como para los propios agentes, una cuestión que, sostienen, se resolvería con la unificación de ambos cuerpos.

Pese a ello, el delegado del Gobierno en Extremadura, Oscar Baselga, considera inviable la creación de un cuerpo bajo un mando único debido a que desarrollan labores independientes que están "perfectamente determinadas". Respondiendo a la propuesta del PSOE de reformar la Ley de Cuerpos de Seguridad del Estado y crear un cuerpo de seguridad bajo un mando único que impida la duplicidad de servicios, Baselga incidió ayer en el "magnífico resultado" que ha dado a lo largo de la historia el sistema de organización de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y se mostró totalmente convencido de que la sociedad rechaza esta fusión.

No obstante, desde los cuerpos de seguridad advierten de lo contrario y señalan como ejemplo sólo cinco campos en los que cada cuerpo dispone de sus propias bases de datos que nunca se cruzan entre sí: huellas, ADN, fichas de detenidos, matrículas y vehículos y confidentes.

LOS SERVICIOS ESTAN DUPLICADOS

En la actualidad casi todos los servicios están duplicados, afirman desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil de Extremadura, lo que significa un doble trabajo que casi nunca es compartido entre los dos cuerpos y que, en alguna ocasión, ha originado que Guardia Civil y Policía Nacional realicen en la región una intervención en el mismo lugar sin tener constancia de que estaban investigando lo mismo.

La independencia en los servicios es tal, aseguran desde la asociación, que cuando se detiene a un extranjero que necesita intérprete cada cuerpo posee el suyo, siendo la Delegación del Gobierno la encargada de proporcionárselos.

La dos fuerzas de seguridad poseen sus propios equipos antidroga o de homicidios y su propia policía científica, que, advierten desde la asociación, trabajan con bases de datos distintas, una situación denunciada en numerosas ocasiones por los investigadores de la Policía Nacional, que consideran fundamental unificar los archivos a fin de facilitar los resultados de las investigaciones.

Desde el Sindicato Unificado de Policía de Extremadura --la organización sindical más fuerte a nivel policial-- han recordado que la creación de un mando único es una importante reivindicación que vienen realizando desde hace años y que reportaría numerosas ventajas sociales.

Una posible unificación posibilitaría que la Policía Nacional no tuviera el problema de falta de efectivos que padece actualmente y permitiría una mejora sustancial en los sueldos de los guardias civiles, además de otorgarles derechos como la posibilidad de crear y afiliarse a sindicatos, algo que hasta el momento no les es posible.

INTERESES Y PRIVILEGIOS

Pero si todo parecen ser ventajas, ¿qué impide la unificación de ambos cuerpos de seguridad? La Asociación Unificada de la Guardia Civil asegura que existen muchos intereses dentro del cuerpo, ya que la creación de un mando único haría que "altos mandos perdieran una serie de privilegios que tienen desde hace años".

Para el presidente del Partido Popular en Extremadura, Carlos Floriano, la situación es muy distinta y acusa al PSOE de perseguir con su propuesta la desaparición de la Guardia Civil, una "estrategia" de la que asegura que "Ibarra parece formar parte", ya que "está a favor de que este cuerpo desaparezca y sus cuarteles sean desmantelados".

Por su parte, el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, mostró ayer su satisfacción porque el PSOE haya recogido una propuesta que él planteó hace unos años, tendente a la creación de una policía única y con un único responsable, que pueda garantizar la eficacia y la seguridad, evitando con ello que "cada día haya menos responsabilidad y menos comunicación". Además, aseguró que él no aboga por la desaparición de la Guardia Civil, sino que sólo plantea una reforma de una ley que ya está anticuada.