La llegada de una niña al hogar de los príncipes de Asturias reabre un debate constitucional que la Casa del Rey hubiera preferido soslayar, al menos de momento. En todo caso, los expertos y las fuerzas políticas que abogan por reformar la Carta Magna por la sucesión en la Corona plantean una reforma sin prisas, pero que afiance el futuro de la institución a largo plazo.

Aunque todos los miembros de la familia real insisten en que desconocían el sexo del bebé que dio a luz Letizia ayer, a las 1.46 de la madrugada, de algunos de los mensajes emitidos desde la Zarzuela en las últimas semanas se desprendía una cierta inquietud por la polémica que se podría generar tras el alumbramiento. Parece seguro que si los príncipes de Asturias hubieran tenido un varón, el debate habría tomado un sesgo bien distinto.

DERECHO A LA SUCESION A primeras horas de la mañana de ayer, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, recordaba desde Israel que la primogénita de los Príncipes "tiene derecho a la sucesión en la Corona". También recordaba el compromiso del Gobierno de eliminar de la Constitución, que proclama la igualdad entre hombre y mujer, el "último residuo de preferencia del varón".

El titular de Justicia ha solicitado a la Real Academia de la Lengua que actualice lingüísticamente la fórmula para inscribir a Leonor en el libro de Registro Civil de la familia real.

Aunque el objetivo oficial es "acomodar el lenguaje a los nuevos tiempos", algunos expertos no descartan que en la nueva inscripción se insinúe algo relacionado con el orden de prelación en la sucesión al trono. En el Ministerio de Justicia, sin embargo, se habla únicamente de una adecuación terminológica.

En esa misma clave de afianzamiento de la línea sucesoria se expresó también ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien destacó que la monarquía parlamentaria desempeña en España una función "incuestionable" en la integración social y territorial. El presidente del PP, Mariano Rajoy, puso a su vez el acento en vincular a la Corona con la "permanencia de la nación española". Ambos dirigentes acudieron a la clínica por separado para felicitar a los Príncipes.

El nacimiento de la infanta Leonor ha conseguido que el PP flexibilice su negativa a pactar cualquier reforma de la Constitución, aunque los conservadores estiman que lo adecuado es abordar en solitario el cambio en la sucesión a la Corona y, de momento, siguen rechazando que ese cambio se acompañe de otras modificaciones de la Carta Magna, como la reforma del Senado y la incorporación de la lista de las autonomías.

En las antípodas de esta posición, Joan Herrera (IU-ICV) no ahorró ayer contundencia a la hora de avisar de que la gente no entendería que se modificase la Constitución únicamente para solventar los problemas de la realeza y no para hacer frente a los problemas de los ciudadanos. Una postura similar mantuvieron varios dirigentes de Esquerra Republicana de Catalunya.

EXPECTACION La clínica Rúber Internacional acaparó ayer la atención de políticos, periodistas y numerosos ciudadanos. Como ayer no hubo colegios, familias enteras se instalaron ante el centro médico para no perderse los acontecimientos.

La abuela materna de la recién nacida, Paloma Rocasolano, acudió en la noche del domingo al lunes a la clínica para acompañar a su hija al tiempo que se completaba la sutura de la cesárea. Juan Carlos y Sofía, los abuelos paternos, prefirieron esperar a que la princesa de Asturias hubiera descansado unas horas tras la intervención para ir a conocer a su nieta, y a media mañana entraron en el centro hospitalario. Un largo rato después salieron los Reyes radiantes a explicar a los medios de comunicación cómo es de "gordita y redonda" la niña.

GESTOS Mientras una administración de Barcelona conseguía vender en tan sólo hora y media el número 31.105 de la lotería de Navidad --la cifra coincide con la fecha del nacimiento de Leonor de Borbón--, la clínica Rúber se llenaba de regalos de lo más variado. Llamó particularmente la atención la presencia del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien, pese a que es público que el Príncipe es seguidor del Atlético de Madrid, acudió al centro con una camiseta de su club personalizada con el número uno y el nombre de Leonor en la espalda.