Países más pobres que España, como Portugal y Croacia, poseen unos envidiables conocimientos de inglés derivados de no doblar las cintas originales de dibujos animados o de las películas que se exhiben a través de la televisión por razones de ahorro económico. Finlandia, que no es pobre, tampoco las dobla. Y el éxito, también en idiomas, salta a la vista de cualquier turista que visite el país. El idioma debe impartirse cuanto antes, en las primeras etapas. La iniciativa de comenzar a impartir inglés a los niños de 3 años tiene sus riesgos. El profesorado especializado debería estar preparado para transmitir los conocimientos y las estrategias a sus alumnos, aunque sean de 3 años. Ahí habría que situar a los mejores profesores del idioma, y no reservar a los más preparados para el Bachillerato, como en muchas ocasiones ocurre.