La proporción de universitarias fumadoras en Extremadura (un 40,9%), casi dobla a la de varones (23,6%), conforme a los datos extraídos del estudio Entrenamiento en habilidades sociales. Una estrategia para prevenir el consumo de drogas en jóvenes adultos , elaborado por el Departamento de Psicología y Sociología de la Educación de la Uex y financiado por la Consejería de Sanidad. Pero no sólo son más las universitarias que fuman, también lo hacen en mayor cantidad. "Esta realidad puede enmarcarse en el proceso de consecución de un estatus igualitario con respecto al hombre que no sólo implica la adquisición de los mismos derechos o la asunción de roles tradicionalmente masculinos, sino también la adopción de actitudes, usos y hábitos que pueden resultar dañinos para la salud", explican los autores del estudio.

Un 36,5% de los cerca de 300 encuestados para este trabajo afirmaron ser consumidores de tabaco, con un promedio de casi 25 cigarrillos a la semana.

En cuanto a la ingesta de alcohol, un 78% de los estudiantes admitió consumirlo. Aquí, nuevamente, las féminas, con un 79,6% de consumidoras, superan a los hombres (73,6%). Los combinados son la bebida que se consume más frecuentemente, con 3,54 unidades de media a la semana, por 1,73 de cerveza, 1,40 de vino y 0,96 de chupitos.

DROGAS ILEGALES Por lo que respecta a las drogas ilegales, un 6,4% afirma tomarlas, una proporción de la que se dice que es "minoritaria pero preocupante". En este caso, los varones consumidores (8,5%) son más que las mujeres (5,8). La sustancia más consumida son los porros, con una media de 3,67 a la semana.

Tanto en el caso del tabaco como en el del vino y el hachís, el informe concluye que se encuentra "significativamente asociado con la edad, siendo los 20-21 años el intervalo donde más se consume, aunque la mayor prevalencia de fumadores se registra a los 24 y la de drogas ilegales un año antes, a los 23. Igualmente, también se han apreciado variaciones significativas entre las ocho titulaciones que se han incluido en el estudio (Formación del Profesorado, Educación, Terapia Ocupacional, Deporte, Veterinaria, Biológicas, Químicas y Derecho). De esta forma, los que más alcohol consumen son los alumnos de Terapia Ocupacional, Químicas y Educación y los más fumadores los de Biológicas, Derecho y Formación. En ambos casos, son los de Ciencias del Deporte los que aparecen a la cola.

Donde el estudio no ha encontrado diferencias ha sido en los niveles socioeconómico y educativo de las familias de los encuestados.

Un último aspecto incluido en el trabajo del Departamento de Psicología y Sociología de la Educación de la Uex es el de la relación entre las habilidades sociales y el consumo de sustancias. Una de las conclusiones que se obtiene es que las mujeres poseen una mayor capacidad en la expresión en público y en el contacto con los superiores, consecuencia de no tener "tantos pensamientos negativos asociados con estas situaciones de interacción". También se han percibido relaciones significativas entre los temores asociados a la interacción social y el consumo de tabaco y alcohol, de tal forma que quienes tienen menos miedo a relacionarse y más habilidad para ello, consumen alcohol y tabaco en mayor cantidad.

Esta idea contradice la imagen tradicional de que se trata de sustancias que ayudan a paliar el déficit en habilidades sociales para hacer frente al grupo o expresar sentimientos.

Para los investigadores de la Uex, en este hecho pueden haber influido dos circunstancias. Por un lado, el que las drogas socialmente aceptadas hayan dejado de ser consideradas por los jóvenes como "algo peligroso, nuevo o diferente" y, por otro, que la situación de consumo que se produce en el botellón facilita que las personas con más aptitudes de tipo social "interactúen con más pandillas y grupos de amigos, lo que incrementaría el consumo de alcohol y tabaco especialmente".