Nuevo mazazo al tren de alta velocidad (AVE) Madrid-Lisboa. El Gobierno portugués ha dejado en el aire el proyecto de construcción del tramo entre Poceirao y Lisboa tras agotar esta semana el plazo del que disponía para volver a sacar a concurso las obras, cuya adjudicación fue suspendida en mayo del 2010 por los graves problemas económicos por los que atraviesa el país vecino.

El Ejecutivo luso, que dirige el socialistas José Sócrates, tendrá que elaborar ahora un nuevo concurso de adjudicación. Esto implica reiniciar de nuevo todo el proceso administrativo y, por tanto, supondrá un nuevo retraso en la ejecución del AVE en tierras portuguesas. De esta forma se hace más complicado aún que Portugal pueda cumplir con el compromiso firmado hace dos años con el Gobierno de España para tener acabada la principal línea de alta velocidad entre ambos países en el 2013.

El concurso de las obras del tramo Poceirao-Caya, de 50 kilómetros de longitud, quedó en suspenso en mayo de año pasado. Aunque la comunicación oficial fue el 17 de septiembre, a través de Diário da República --el equivalente al Boletín Oficial del Estado en España--. El motivo, fue la "significativa y progresiva degradación de la coyuntura económica y financiera de Portugal", lo que había encarecido y dificultado la obtención de fondos para financiar el proyecto.

La decisión concedía al Gobierno portugués un plazo máximo de seis meses para retomar el concurso --ya se habían presentado y oficializado las ofertas, de tres grupos empresariales; entre ellos uno en el que estaba la constructora española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), que partía con la mejor propuesta--. El objetivo era ganar tiempo para revisar el contrato, reducir su coste y aumentar la aportación económica de la Unión Europea. Sin embargo, el plazo terminó el pasado jueves sin que el primer ministro y su gabinete decidieran retomar el proceso.

¿Qué ocurrirá ahora? Todo está en el aire. Fuentes del Ministerio de Transportes y Obras Públicas de Portugal se remiten a próximas actuaciones de su Gobierno, pero sin concretar más. Por su parte, desde FCC aseguran no haber recibido ningún tipo de comunicación al respecto desde la Administración lusa. Lo que sí ha confirmado la compañía española es que el consorcio en el que participaba va a reclamar al Ejecutivo de José Sócrates una indemnización de 10,6 millones de euros por los gastos originados en su participación en el concurso, ahora totalmente anulado.

LIO CON EL TRIBUNAL DE CUENTAS

Pero aquí no acaban los obstáculos del AVE Madrid-Lisboa en suelo portugués. Las obras del otro tramo, entre Poceirao y Caya-frontera con Badajoz, de 150 kilómetros, fueron adjudicadas hace un año. Sin embargo los trabajos no han podido comenzar, primero por problemas con las expropiaciones y, después, por el contrato, que no recibe el visto bueno del Tribunal de Cuentas del país. Este organismo, que supervisa el gasto público en Portugal, consideró en un primer momento que el acuerdo presentado a las empresas adjudicatarias (Mota-Engil) era lesivo para las arcas lusas. El problema era que el Estado portugués asumía completamente el riesgo de la operación, pese a que sería la iniciativa privadas la que explotase la infraestructura en sus primeros años de funcionamiento.

El Gobierno de Sócrates revisó las condiciones, pero hace 10 días los jueces de este tribunal decidieron devolver el documento a los ministerios de Transportes y Obras Públicas y de Finanzas para que aclaren algunas "dudas" en su redacción. Sin el visto bueno del Tribunal de Cuentas las obras no pueden comenzar.