Según al Anuario del Juego En España 2018, prácticamente la mitad de las apuestas se hace de forma presencial en las salas, pero la otra mitad se realizan a través de Internet.

Y las características del entorno cibernético son determinantes a la hora de alimentar el perfil patológico del jugador compulsivo digital. Se trata de un negocio que funciona las 24 horas, lo que significa que siempre está abierto. Además, la accesibilidad es fácil: se puede entrar desde cualquier dispositivo (el ordenador, la tablet, el teléfono móvil). Esto implica que la persona tienen la opción de apostar desde cualquier parte en cualquier momento. Barra libre y una tentación constante.

Más ingredientes: la inmediatez (puesto que se puede hacer incluso durante el partido y los resultados se van conociendo al momento) y el anonimato, lo que impulsa aún más la facilidad para interactuar con la creencia de que nadie está vigilando ese juego online.

BOMBARDEO PUBLICITARIO / Pero además de todas estas facilidades que ofrece el mundo digital, hay un bombardeo publicitario continuo a través de distintos canales: la radio, durante la retransmisión de un partido; la televisión, con famosos que anuncian todo tipo de juegos de azar; las propias páginas de internet; las ofertas de las salas de apuestas, que en ocasiones regalan un vale de bienvenida...

Desde las asociaciones que luchan contra la ludopatía denuncian que «así es imposible escapar». REDACCIÓN