Ni los mejores sueños del PP, ni las peores pesadillas del PSOE. El veredicto de las urnas en las principales ciudades españolas sobrepasó cualquier vaticinio que pudieran haber realizado los dos grandes partidos. Los populares acumularon la mayor cota de poder local de su historia (41 capitales de provincia) y los socialistas se despeñaron a sus peores resultados desde 1979, cuando se erigieron como gran fuerza municipalista después de la transición. Solo ganaron en cinco capitales. Al margen de Barcelona, la pérdida de Sevilla ejemplifica como ninguna otra la magnitud de la debacle local del PSOE, que, además, ha dejado de ser la fuerza más votada en Zaragoza, A Coruña y Las Palmas. Las puntillas fueron Madrid, Valencia y Palma, donde siguieron cediendo terreno al tsunami del PP.

Ciudades de tradición progresista giraron a la derecha de manera inapelable. El estandarte de este vuelco fue Andalucía, donde los conservadores ganaron con mayoría absoluta en las ocho capitales. El popular Juan Ignacio Zoido sacó nueve concejales al socialista Juan Espadas en Sevilla, un feudo que no se veía una mayoría absoluta desde 1983. El PSOE también dejará de gobernar Jaén tras ceder dos ediles. Pero el mayor vuelco andaluz se dio en Córdoba, no tanto por los socialistas, que repitieron sus cuatro regidores, sino por IU, que se precipitó de 11 a cuatro representantes. En esta ciudad, además, se aupó a la segunda fuerza el partido independiente Unión Cordobesa, liderado por el populista Rafael Gómez, imputado en el caso Malaya y cuyas formas políticas recuerdan mucho a las de Jesús Gil. La sangría del PSOE andaluz se agrava con la pérdida de la Diputación de Cádiz, la circunscripción, por ejemplo, de los ministros Manuel Chaves y Rubalcaba.

El golpe en Galicia también fue doloroso, aunque los socialistas podrán salvar algunos núcleos. El PP ha logrado hacerse con tres de las siete grandes ciudades, al obtener mayorías absolutas en Santiago de Compostela, A Coruña y Ferrol, pero las otras cuatro, Ourense, Vigo, Pontevedra y Lugo podrían contar con gobiernos bipartitos entre el PSOE y los nacionalistas del BNG.

PACTOS EN ARAGON La misma sensación de alivio, dentro de la tragedia general, recorrió la sede de la calle de Ferraz con los resultados en las capitales de Aragón. El PP ganó en las tres, pero podría quedarse en la oposición en dos de ellas. Los pactos de izquierda del PSOE, la Chunta e IU le permitirían gobernar en Huesca y, por los pelos, Zaragoza, donde Juan Alberto Belloch retrocedió tres concejales. Los conservadores alcanzaron la mayoría absoluta en Teruel.

En un mapa teñido de azul, el PSOE solo consiguió pintar pequeñas pinceladas rojas, en forma de mayoría absoluta, en dos capitales: Cuenca y Soria (además de Lleida). En Castilla-La Mancha, el PP gobernará con mayoría absoluta Albacete, Ciudad Real y Guadalajara, mientras que los socialistas suman mayoría con IU en Toledo. En Castilla y León, además de Soria, el PSOE solo podría salvar con pactos Segovia, tras doblegarse al PP en Palencia y León.

La irrupción del Foro Asturias de Francisco Alvarez-Cascos ha sacudido el panorama local en elprincipado. En Gijón, feudo histórico de la izquierda, gobernará la derecha si el partido del exvicepresidente pacta con el PP, como en Oviedo y Avilés. Y la historia también ha cambiado en Extremadura. Cáceres, Badajoz y Mérida tendrán alcaldes del PP con mayoría absoluta. Igual que en Santander y Logroño.

UPD ENTRA EN MADRID La nueva victoria del PP en Madrid, Valencia, Palma y Murcia es más lacerante para el PSOE porque, en los tres casos, su pérdida de concejales ha beneficiado a fuerzas minoritarias, que han accedido a estos consistorios. UPD se hizo con cinco ediles en Madrid y dos en Murcia, mientras que en Valencia regresan Compromís (3) e IU (2). En Palma, los nacionalistas del PSM se llevaron tres.