El secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no puede sentirse orgulloso" del proyecto del ley de Memoria Histórica porque, además de "innecesario", "reabre viejas heridas". Fernández Díaz criticó que el Gobierno, después de que el proyecto de ley haya estado aparcado durante meses, quiera recuperar "in extremis" esta iniciativa para "dar respuesta a la obsesión de Zapatero", a fin de que vea la luz antes de que culmine la presente legislatura.

En este punto, el diputado popular se quejó de que su grupo no haya podido tener la oportunidad siquiera de leer el nuevo texto del proyecto de ley dado que, según denunció, se les fue entregado esta misma tarde. "No hemos tenido la más mínima participación en lo que se ha convertido, en la práctica, en una total y absoluta enmienda de sustitución" al proyecto de ley inicial, dijo.

"El PP ni un solo segundo ha negociado el proyecto --sostuvo-- porque no hemos sido llamados ni por el Grupo Socialista ni por el Gobierno" para la negociación del contenido de la norma, una actitud que, ironizó, "demuestra el talante y la voluntad de consenso y de acuerdo" de los impulsores de la iniciativa. Así las cosas, Fernández Díaz admitió estar "triste" por haber tenido que participar en la tramitación de un proyecto que "no sólo no cicatriza heridas", sino que "mira a lo peor de nuestro pasado colectivo".