A los extremeños nos ha pillado con el pie cambiado lo de los pactos de gobierno o investidura tras unos comicios electorales, tan habituales en otras regiones y asiduos en la mayoría de países democráticos. Y nuestros políticos también han quedado descolocados con los resultados del 22-M en las elecciones autonómicas. Sobre todo el partido con menos representantes en la Asamblea, IU, para quien el hecho de ser la llave ha supuesto un quebradero de cabeza durante las cuatro semanas que han estado debatiendo a quién otorgar la Presidencia de la Junta y a quién la del Parlamento autonómico.

El PP albergó hasta el último momento la posibilidad de lograr el diputado número 33 que le diera una mayoría absoluta que le permitiera por primera vez en la historia democrática gobernar en Extremadura. Y aunque el partido liderado por José Antonio Monago ganó las elecciones, esta de momento ha sido una victoria amarga , ya que será Izquierda Unida, con sus tres diputados, quien decida hoy el Gobierno regional.

SIN ENCUENTROS Los movimientos desde el 23-M han sido continuos en los tres partidos con representación en la cámara autonómica, si bien PSOE y PP se han visto maniatados por IU, que ha tardado cuatro semanas en adoptar una decisión. Entre ellos no ha habido reuniones formales hasta mediados y finales de esta semana para llegar a acuerdos.

El líder socialista, Guillermo Fernández Vara, asumió la derrota la misma noche de las elecciones, si bien albergaba la esperanza de un acuerdo con el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, para sacar adelante un proyecto de izquierdas . Pero Vara, tras ofrecerle esa noche varias posibilidades de pacto, luego ha preferido mantenerse en un segundo plano a la espera de la decisión final de IU, no sin antes amagar con marcharse y rectificar a las pocas horas de que seguiría bien al frente del gobierno, o como líder de la oposición.

El presidente de los populares recriminó a Vara que fuera repartiendo sillones en el Consejo de Gobierno de la Junta cuando había perdido las elecciones. También hizo guiños a IU recordándole que el PSOE era "un partido a punto de colapsar" y que los extremeños habían votado mayoritariamente un cambio de Ejecutivo y que el PP había sido el más votado.

Y si para Vara y Monago estas cuatro semanas han sido un calvario por no saber a qué atenerse, lo de Pedro Escobar ha sido un sinvivir , como él mismo ha reconocido. La responsabilidad que recae sobre IU ha llevado a su líder a perder peso y a refugiarse en las aspirinas para mitigar los continuos dolores de cabeza que le levanta el no tener claro a quién apoyar.

Escobar ha reconocido que ha sido una victoria amarga y que decidan lo que decidan "el toro nos va a pillar". Para ellos lo mejor hubiera sido que sin tener mayoría, el PSOE hubiera sido la fuerza más votada. Y con esa hipótesis estuvieron trabajando todo la campaña. Pero la decisión de los extremeños les ha descolocado.

REFERENDOS Ante la incertidumbre de qué hacer, la dirección de IU optó por consultar a sus bases. Ha estado realizando referendos en todas las comarcas y hoy, una vez recabadas todas las opiniones y debatidas en la Presidencia, El Consejo Político deben decidir qué hacer.

Aunque oficialmente no ha trascendido el resultado final, oficiosamente la abstención y dejar gobernar al PP es lo que ha vencido entre los simpatizantes (la mayoría también descarta gobernar en coalición con el PSOE). Frente a esa postura está la de la Federal. El coordinador general de IU, Cayo Lara, indicó que con su voto "el PP no gobernaría ni por activa no por pasiva", si bien señalaron que la decisión final la adoptarían en Extremadura.

No obstante, Lara, tras reconocer que IU no puede olvidar las afrentas del PSOE hacia esa coalición durante los últimos años, ha recordado que no son "una organización visceral" e invita a la dirección en Extremadura a "guiarse por la razón" a la hora de adoptar una decisión, ya que desde Madrid sería muy difícil justificar a nivel nacional que con sus votos hayan aupado al PP al Gobierno regional.

Y si bien el candidato socialista ha sido prudente durante este periodo y ha preferido que IU se tomara su tiempo, hace un par de semanas apareció en escena el expresidente de la Junta Rodríguez Ibarra. Este primero indicó que lo "democrático" sería dejar gobernar al PP por ser el partido más votado y puso trabas a un posible pacto PSOE-IU. Pero también aludió a la pinza PP-IU de 1995 y señaló que si se reedita ahora puede entrar de nuevo "aire corrupto" en la región.

PROGRAMAS También se han postulado sobre qué decidir otros miembros de IU, para quienes dar su apoyo a la investidura de uno de los dos candidatos (Vara o Monago) no puede salir gratis. Para ello han elaborado una decena de propuestas que consideran irrenunciables y que serían moneda de cambio de la presidencia con aquel partido que las asuma.

En lo que no debería haber problema es en que un diputado de la coalición forme parte de la Mesa de la Asamblea, tal y como ha solicitado Escobar para que los tres partidos estén representados en ella, si bien PSOE y PP no quieren negociar por separado las presidencias del Ejecutivo y el Legislativo, sino de manera conjunta, y ese acuerdo debería adoptarse antes de elegir a los miembros de la Mesa, por lo que no está aún absolutamente claro si IU logrará su propósito.

El coordinador regional de la coalición también ha expresado su deseo de aplicar el modelo inglés a la hora de elegir, con lo que los presidentes de la Junta y de la Asamblea serían de distinto partido. Por ahora, Escobar ha transmitido a Vara su deseo de que la presidencia del legislativo la ostente el PP, aunque no le ha confirmado que le apoyará para dirigir el ejecutivo.

De momento lo que ha quedado claro es que IU ha dejado a sus concejales que apoyaran a PSOE o PP en función de sus intereses en cada municipio donde han tenido oportunidad de elegir al alcalde y que la dirección, al contrario de lo que opina la Federal, no expedientará a los ediles que han propiciado gobiernos de derecha.