Al final del verano pasado, 13 poblaciones sufrían problemas de abastecimiento, que afectaban a 23.000 personas. En general se trataba de localidades cuyo suministro dependía de arroyos de montaña, secos por la falta de nieve en las cumbres durante el invierno. De no variar la situación, estos problemas podrían repetirse el verano que viene, ya que tampoco este invierno está dejando en las cimas suficiente nieve como para asegurar el abastecimiento.

El problema que trata de solucionar ahora Medio Ambiente, ya que se trata de localidades que toman el agua de grandes cauces o de pantanos. En este último caso, el nivel ha bajado a cotas mínimas por la falta de lluvias. Por ello, el presidente de la Junta anunció el miércoles pasado que si el ministerio no asumía las obras de urgencia, el Ejecutivo extremeño instaría al Gobierno a que le delegase las competencias para acometer la inversión de forma inmediata.