El 92% de los mayores de 65 años consume algún fármaco de forma habitual, según el estudio de salud de las personas mayores en Extremadura. Actualmente, los problemas asociados al progresivo envejecimiento de la población están cobrando interés creciente debido principalmente al aumento del número de personas mayores de 65 años en las sociedades industrializadas, generado por una disminución de las tasas de natalidad y mortalidad y por un crecimiento importante de la esperanza de vida.

El aumento de este último parámetro conlleva un incremento del número de enfermedades crónicas, lo cual repercute en un mayor uso y consumo de fármacos en los ancianos.

Por otra parte, una importante proporción de fármacos consumidos por los mayores son poco eficaces para las indicaciones teóricas a las que están destinadas, según recoge el citado estudio, ya que todavía existen pocos tratamientos curativos de las enfermedades crónicas que afectan a este colectivo. De aquí que se consuman múltiples fármacos que dan como resultado numerosas reacciones adversas.

Pero la dimensión del problema es mayor debido a las repercusiones sociosanitarias que conlleva, ya que se produce una elevación del gasto en recursos sanitarios respecto a otros grupos de población.

Resultados

La encuesta elaborada por la revista española de salud pública para Extremadura se ha realizado a mayores de una media de edad de 73 años y con una misma proporción de hombres y mujeres. En ella se recoge que de los 207.973 mayores de 65 años que hay en Extremadura, 37.888 (20%) están sometidos a la polifarmacia, situación en la que se consumen simultáneamente cuatro o más medicamentos. En cuanto al número de enfermedades crónicas, 38.196 no sufren ninguna, más de 126.000 padecen una o dos y el 21% tienen más de tres.

La frecuencia de utilización de los servicios sanitarios de los entrevistados durante los tres meses anteriores a la realización de la encuesta supera el 80%, por lo que el número de veces que visitan al médico supera con creces el de cualquier otro sector social. Como enfermedades más frecuentes destacan las deficiencias visuales en el 55% de los casos y el 47% en el oído, la hipertensión arterial en el 44%, seguida de la artrosis (41%), cataratas (24%), cardiopatía (23%), diabetes (20%) y depresiones (19%).

Por sectores El consumo medio de fármacos en ancianos extremeños no institucionalizados es de entre dos y cuatro, donde las mujeres consumen más al presentar mayor polienfermedad que los varones. Ellas ingieren antidiabéticos, analgésicos, hipotensores y antirreumáticos principalmente, mientras que ellos optan por los antiácidos, antiulcerosos y anitasmáticos. En cuanto a la edad, el grupo no superior a los 85 años es el que tiene mayor consumo de fármacos.

Esta encuesta llevada a cabo por personal sanitario también ha dado a conocer que determinados condicionantes básicos y situaciones en la ancianidad, como son la mala salud autopercibida, situación de viudedad, menor categoría social, menor nivel de instrucción, edad avanzada, deficiencias sensoriales y el mayor nivel de dependencia, se asocian con ese consumo elevado de fármacos en el anciano.