Según un informe realizado por la Comisión Nacional de la Energía, la producción de un litro de biodiesel estaría entre los 17 y los 70 céntimos de euro en función de qué materia prima se utilizase. De este modo, si es aceite usado, el coste es el menor, mientras que lo más caro es obtener este carburante a partir de colza.

Como media se barajan costes de entre 40 y 50 céntimos. En todo caso, sería más caro que producir gasóleo, al menos por ahora, porque el alza del crudo puede igualar costes a medio plazo. La ventaja para el biodiesel es que los Estados pueden eximir este carburante de impuestos, que suponen ahora más del 40% del coste del gasóleo en el surtidor. Así, con un gasóleo a un euro el litro, el biodiesel tendría un margen de 50 céntimos para distribuidores y vendedores.

Otra cuestión que refleja el informe de la CNE es que se espera que los costes de producción del biocarburante vayan descendiendo a medida que mejore la tecnología y que se hagan plantas de mayor tamaño, donde mejoraría la eficiencia y se podrían obtener subproductos que rentabilizasen la producción.

Como aspectos positivos de la implantación progresiva de estos combustibles a partir de aceites vegetales, el documento alude a que contaminan mucho menos que los de origen fósil, permiten el desarrollo de las zonas donde se ubican las plantas, tanto por la propia factoría como por la posibilidad de que existan cultivos destinados a abastecer la misma y, sobre todo, evitan la dependencia actual del mercado del crudo, cuyas fluctuaciones están suponiendo un gran trastorno para las economías domésticas y nacionales.

En cuanto al modo de uso, se destaca que el biodiesel puede utilizarse tanto en estado puro, sustituyendo al 100% al gasóleo, como en mezcla con este carburante. De hecho, en España ya se utilizan diversas posibilidades, con mezclas desde el 12% hasta la dispensación sin gasóleo.