Todas las viviendas que edificaba la empresa extremeña Vicarma, que ha anunciado que se declarará en suspensión de pagos por no poder hacer frente a una deuda acumulada de entre 4 y 6 millones de euros, se terminarán de construir y de equipar para ser entregadas a sus compradores. Ese es el objetivo en el que trabajan las diferentes promotoras que tenían contratos en ejecución con Vicarma, según explicaron ayer responsables de de estas empresas y profesionales del sector próximas a ellas.

Tras hacerse público la suspensión de pagos y el despido de los 62 empleados de la constructora --ver edición de ayer--, las promotoras pretenden trasladar un mensaje de tranquilidad a sus clientes: están buscando las vías más oportunas para retomar y finalizar las obras que ha dejado inacabadas Vicarma. Eso sí, insistieron en que no harán frente a las deudas de esta empresa con los proveedores y las subcontratas que estaban participando en sus promociones.

Unipromo es una de las promotoras que tiene contratos con Vicarma. Concretamente 70 viviendas en la zona del polígono de Maltravieso en Cáceres y otra veintena en Badajoz. Tanto su consejero delegado, Alfonso Serrano, como su responsable de comunicación, Antonio Mayorga, insistieron ayer en que "no queremos que la quiebra de esta constructora afecte a nuestros clientes". Los responsables de esta compañía pacense además explicaron que están contactando con los proveedores y subcontratas que trabajaban para Vicarma para "ofrecerles que finalicen su trabajo". "Nos comprometemos a pagarles lo que queda por hacer. Lo anterior tienen que reclamárselo a la constructora que les había contratado, porque nosotros ya se lo habíamos pagado a ella", insistieron.

En esta línea, Alfonso Serrano subrayó que la intención "es poder finalizar las dos promociones y entregarlas en las fechas que estaba previsto". La de Maltravieso en Cáceres estaba fijada para el próximo mes de septiembre.

MAS AFECTADAS El resto de promotoras tampoco deben tener problemas para concluir las obras que Vicarma les realizaba en Badajoz. Al menos eso es lo que expresan fuentes cercanas a los responsables de compañías. Profesionales del sector aseguran que ninguna promotora tiene interés en que este suceso afecte a su credibilidad y confianza ante sus clientes. Por ello en el seno de las promotoras se trabaja para que las viviendas que tienen en marcha se acaben y puedan ser entregadas en el tiempo y forma acordados con los compradores.

También un delegado sindical señaló que las promotoras terminarán las promociones ya iniciadas. "Imaginamos que todas van a asumir esos trabajos para finalizarlas ellas mismas porque suponemos que tendrán pisos vendidos", advirtió este representante de los trabajadores.

"Somos los primeros afectados", insistieron ayer desde Unipromo, que anunciaron que sus abogados estudiarán en las próximas semanas las medidas jurídicas que pueden tomar ante esta situación.

Por su parte, Juan Carlos Fernández, gerente de Provial, una empresa subcontratada por Vicarma para hacer los cimientos y la estructura de la promoción que construía en Almendralejo, aseguró ayer que ya ha comenzado a retirar el material que tenía en la obra y "en un par de días retiraremos las grúas". Las 99 viviendas de Almendralejo están promovidas por Vencasa, entidad con la que no fue posible contactar. Juan Carlos Fernández afirmó que en su localidad se verán afectadas al menos otras tres empresas subcontratadas y que si la promotora no asume el pago del trabajo realizado acudirá a la vía judicial para reclamarlo.

Este diario intentó hablar ayer con los tres responsables de la empresa Vicarma para conocer su versión de los hechos. Solo respondió inicialmente uno de ellos, Juan José Collado, quien afirmó que no podía hacer ningún tipo de declaraciones sin conocimiento de sus socios.

Según las promotoras y las subcontratas consultadas por este diario, conocieron la situación de Vicarma a finales de la semana pasada. En muchos casos fueron los propios responsables de la constructora quienes informaron a los afectados de la inviabilidad de la empresa y laimposibilidad de hacer frente alos pagos adeudados. Asimismo,destacan que se trataba deuna empresa "de confianza" yque siempre se había mostradosolvente.

Hasta la semana pasada, laempresa trabajaba en la construcciónde 400 viviendas en todala región –lamitad de ellas enBadajoz y el resto repartidas enCáceres, Mérida y Almendralejo–.Sus 62 empleados han quedadoen paro a la espera deacuerdos con las promotoras.