La propuesta británica sobre fondos europeos en el periodo 2007-2013 costaría a Extremadura, según una primera estimación, alrededor de 180 millones de euros por año. Esta iniciativa, la única que hay sobre la mesa puesto que es el país al que le toque el turno de presidir la UE el que puede presentar este tipo de documentos, empeora las expectativas respecto a la propuesta presentada hace seis meses por Luxemburgo cuando expiraba su mandato europeo.

En aquella ocasión, la merma estimada de ayudas directas a Extremadura, en forma de fondos como Feder, Feoga-Orientación y Fondo Social Europeo se fijó en alrededor del 16% respecto a lo que la región recibirá en el periodo 2000-2006, que son casi 3.200 millones de euros. Esto significa por estos conceptos la pérdida superaría los 500 millones entre el 2007 y el 2013.

A esto se sumaría la pérdida extremeña de 350 millones al suprimirse los Fondos de Cohesión que recibe España (18.000 millones en el actual periodo). Aunque estas ayudas no están regionalizadas, se trata de proyectos estatales que inciden en todas las regiones en forma de inversión directa, y que en Extremadura han financiado actuaciones como el Plan de Residuos, dotado con 24 millones de euros.

Finalmente, el recorte planteado en junio pasado afectaba a diversos fondos que se emplean para el desarrollo rural, lo que costaría a la región unos cien millones más, completando así los mil millones de pérdida.

MENOS FONDOS Ahora, la propuesta de Gran Bretaña empeora la de Luxemburgo, restando a España, según el ministro de Economía, Pedro Solbes, otros mil millones de euros.

Esta iniciativa contempla mantener transitoriamente el Fondo de Cohesión español, dotándolo con 2.800 millones, lo que supone 15.200 millones menos que en el actual periodo.

Esta merma del 85% en este fondo --frente al 100% que planteaba Luxemburgo-- representaría que la región extremeña sólo perdería 42 millones al año, es decir, casi 300 millones en todo el periodo.

Pero, además, la propuesta británica prevé una reducción en los fondos regionales y de desarrollo rural, que un primer cálculo sitúa en descensos de entre 200 y 300 millones para Extremadura en siete años.

LA JUNTA NO OPINA Ante esta situación, la Junta ha declinado pronunciarse sobre las repercusiones para la región del plan de Gran Bretaña. Así, y a requerimiento de EL PERIODICO, desde el Ejecutivo regional se comunicó ayer: "la Junta no especula sobre propuestas que no son definitivas; sino sobre decisiones firmes. No obstante, la Junta confía plenamente en la negociación que el Gobierno de España está realizando en defensa de los intereses de todo el país y, por supuesto, de la comunidad".

Sin embargo, el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, sí se pronunció en junio frente a la propuesta anterior, y señaló entonces que Extremadura perdería "en el peor de los casos" un 8% de las ayudas regionales, es decir, 255 millones. En cuanto a la pérdida de Fondos de Cohesión, Ibarra aseguró que tal cuestión no le preocupaba (ver diario 17-06-2005).