El Aaiún amaneció ayer en calma --aunque con un despliegue "impresionante" de las fuerzas de seguridad marroquís-- tras una violenta jornada de manifestaciones, enfrentamientos y represión policial hasta bien entrada la madrugada. La tensión latente en la capital administrativa del Sáhara Occidental se desbordó el domingo por la tarde al conocerse la noticia del fallecimiento de un manifestante, Hamdi Lambarki, de 31 años, que había ingresado de madrugada en un hospital de la ciudad con graves heridas.

Según asociaciones saharauis de derechos humanos, Lambarki murió a consecuencia de la paliza que recibió de agentes de los GUS --Grupos Urbanos de Seguridad, uno de los cuerpos policiales marroquís-- en plena calle durante una manifestación independentista. Hamudi Iguilit, responsable en El Aaiún de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH, independiente), corroboró esta versión de los hechos.

La agencia oficial de noticias marroquí MAP, citando fuentes policiales, apuntó que Lambarki "probablemente" había sido alcanzado por una de las piedras que decenas de adolescentes habían lanzado contra vehículos de la policía y anunciaba la apertura de una investigación.

DECENAS DE HERIDOS Durante la tarde del domingo, una concentración de protesta frente al domicilio de la víctima fue violentamente dispersada hasta tres veces por la policía, según fuentes saharauis, que explicaron que por la noche los enfrentamientos y la represión se extendieron a gran parte de la ciudad. La policía entró por la fuerza en numerosas casas y hubo decenas de heridos.