El acto de ayer tuvo algunas anécdotas. Antes de empezar, cuando los miembros de la mesa presidencial se estaban colocando, el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, se sentó en un sitio que no le correspondía según el protocolo. Se le había ubicado el segundo por la izquierda, flanqueado por el presidente de la Diputación de Badajoz, Juan María Vázquez, y el presidente de la Fempex, José Muñoz, pero se colocó justo al otro lado, entre el presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar, y el de la Asamblea, Federico Suárez. Los esfuerzos del secretario de Acedo, que le indicaba que ese no era su sitio, y del jefe de protocolo de Presidencia fueron inútiles y Acedo se sentó en el lugar que quería. El ´damnificado´, el titular de Desarrollo Rural, que debía ocupar ese lugar.

Una de las alcaldesas homenajeadas, la primera que se eligió en La Garrovilla, María del Carmen Rodríguez González, recogió la réplica del bastón de mando en zapatillas.

El Ayuntamiento de Mérida celebró por la tarde otro acto para celebrar los 25 años de ayuntamientos democráticos.