El Partido Popular (PP) se ha convertido, por primera vez, en la fuerza política más votada en unas elecciones autonómicas en Extremadura. Y, a la vez, el Partido Socialista (PSOE) ha sufrido su mayor descalabro electoral en la región, hasta el punto de que hoy ve comprometida --y está en manos de Izquierda Unida (IU)-- su continuidad al frente de la Junta. A tenor de los datos, los resultados en la provincia de Cáceres y en los grandes ayuntamientos han sido claves en este vuelco político que sitúa a los populares ante su primera oportunidad de gobernar la comunidad autónoma, con una mayoría simple y si la alianza de izquierdas no lo impide.

MONAGO: EL MAS VOTADO EN 126 MUNICIPIOS, EL DOBLE QUE EN 2007

Con todo el escrutinio realizado y a la espera del recuento de los votos por correo --21.618--, el PP ha sido la lista más respaldada en las elecciones autonómicas, tanto en la provincia de Cáceres como en la de Badajoz. No obstante, si se desgranan los resultados ayuntamiento por ayuntamiento, los socialistas siguen siendo la opción mayoritaria.

El PSOE se ha impuesto en 229 municipios, por 126 del PP y tres (Helechosa de los Montes, Santiago de Alcántara y Torrecillas de la Tiesa) en los que se ha registrado un empate entre ambas formaciones.

Esta aparente victoria parcial del partido socialista disimula lo que ha ocurrido realmente: un descenso de las localidades donde se impone Guillermo Fernández Vara (en el 2007 ganó en 316 ayuntamientos, 87 más que en estas elecciones) y un gran aumento del PP, que casi duplica el número de consistorios en los que ha sido la fuerza más votada (su candidato en 2007, Carlos Floriano, se impuso en 67 poblaciones, mientras que Monago ha elevado esa cifra a 126).

Este crecimiento popular se apoya sobre todo en los resultados obtenidos en la provincia de Cáceres, donde ha ganado los comicios autonómicos en 90 ayuntamientos --por 36 en Badajoz--.

El PP también ha sido el partido más votado en las elecciones municipales de Extremadura, logrando la mayoría absoluta en 131 municipios y mayoría simple en 17. En total tendrá 1.372 concejales, 140 más que hace cuatro años, y gobernará la Diputación de Cáceres. Pese a ello y aunque ha perdido un centenar de ediles, el PSOE presidirá más ayuntamientos (210).

SOLO VILLANUEVA Y JEREZ SE SALVAN DEL 'TSUNAMI AZUL'

Los socialistas han ganado en la mayoría de los municipios extremeños, ayuntamiento por ayuntamiento, tanto en las elecciones autonómicas como en las locales. Sin embargo, el PP vence en la inmensa mayoría de las plazas importantes y, en algunos casos, con mucha diferencia. Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Almendralejo, Coria, Navalmoral y Zafra --entre otras-- serán gobernadas por alcaldes populares. Y, además, sus ciudadanos han optado mayoritariamente por José Antonio Monago como próximo presidente de la Junta. El PSOE solo se mantiene como fuerza más votada en Villanueva de la Serena, donde ha vuelto a arrasar de la mano de Miguel Angel Gallardo, y en Jerez. También Villafranca se mantiene como bastión del PSOE.

El triunfo popular en las ciudades es una de las claves de los buenos resultados de Monago. De hecho, el candidato del PP ha logrado el respaldo de 136.849 votantes en las 11 principales localidades, lo que supone el 45% de todos los votos obtenidos. Es más: en las dos capitales provinciales casi duplica el número de sufragios obtenidos por el PSOE. El descalabro socialista en los grandes enclaves (90.800 votos) hace que las zonas rurales --sobre todo las de Badajoz-- se establezcan como gran sostén del partido.

UN ´EFECTO VARA´ LIMITADO FRENTE AL ´FENOMENO MONAGO´

Uno de los argumentos que se utilizó para explicar la amplia victoria del PSOE en las autonómicas del 2007 fue que el perfil de Fernández Vara --más moderado que su antecesor, Juan Carlos Rodríguez Ibarra-- había servido de polo de atracción para votantes socialistas hasta entonces críticos y desconentos, para muchos indecisos e incluso para algunos simpatizantes del PP. Ese efecto Vara que pudo contribuir a que el PSOE extremeño lograra el mayor número de votos de toda su historia, no parece haber logrado tanta intensidad en esta ocasión. El partido ha obtenido en estos comicios regionales 289.467 votos, 22.000 más que en las municipales.

Sin embargo, también los populares han cosechado mayor respaldo en las urnas reservadas para la Asamblea (307.558) que en las destinadas a elegir los concejales (295.307).

La diferencia es mayor en el caso socialista, que reducen ahí parte de la distancia que les ha separado del PP (27.900 votos en las elecciones locales; 18.000 en las autonómicas).

Igual ocurre tomando como referencia las 11 grandes localidades. Vara logra más votos que los candidatos de su propio partido en Badajoz, Cáceres, Mérida, Zafra, Plasencia, Navalmoral, Coria y Jerez. Pero, como se ha explicado anteriormente, estas plazas son territorio popular de forma mayoritaria e incluso clara. Por su parte, Monago ha sido más respaldado que sus alcaldes o candidatos en Mérida, Almendralejo, Villanueva y Navalmoral, mientras que en resto los resultados son ligeramente inferiores.

EL LIDER POPULAR BARRE EN SU ´CASA´ Y AVANZA EN CAMPO RIVAL

Más que un factor explicativo, se trata de una curiosidad o un elemento representativo de lo que ha ocurrido en la región en estas elecciones autonómicas. José Antonio Monago ha obtenido un respaldoabrumador en Badajoz, la ciudad donde reside desde hace 41 años y en la que fue concejal entre 1991 y el 2008. Allí el PP ha obtenido más de 41.400 votos en las elecciones autonómicas, por los 22.000 del PSOE. Por contra, no ha logrado el mismo éxito en la localidad en la que nació, Quintana de la Serena, donde la mayoría de los vecinos optaron por Fernández Vara como próximo presidente de la Junta.

Vara, por su parte, mantiene el respaldo mayoritario de sus conciudadanos. En Olivenza, donde nació y continúa viviendo, los socialistas han sido la fuerza política más votada en las autonómicas, aunque a la hora de elegir alcalde los oliventinos se han decantado por el PP --empatado a 7 concejales con el PSOE y dejando la llave del ayuntamiento en manos de IU--.

LAS NACIONALES DEL 2008 Y LAS EUROEPAS DEL 2009, SINTOMATICAS

Las elecciones del domingo constituyen un hito en la historia de los dos grandes partidos a nivel regional. Los socialistas nunca habían sufrido un descalabro tan mayúsculo: con 63.000 votos menos que en los anteriores comicios regionales, hasta quedarse en 289.467 sufragios obtenidos en toda la comunidad autónoma, y la pérdida de ocho diputados en la Asamblea. Solo en las elecciones de 1995 el partido cosechó menos respaldo social (289.149 votos, 25.000 menos que en 1991), aunque le sirvió para llegar a 31 escaños (frente a los 38 de la anterior legislatura) y gobernar con el apoyo de IU.

El PP nunca había obtenido unos resultados tan buenos en Extremadura. No obstante, desde el 2007 habían mostrado síntomas de crecimiento: en las elecciones nacionales del 2008 lograron 291.000 votos --40.000 más que un año antes-- y en las europeas del 2009, aunque se quedaron en 199.000 votos --por la menor participación--, redujeron la distancia con el PSOE a apenas cuatro puntos porcentuales --fueron 10 en el 2008 y 15 en el 2007--.