Aunque la polémica sobre lo que se va a hacer o a dejar de hacer en la base aérea de Talavera es bastante reciente --estalló en el mes de enero-- lo cierto es que el proyecto colea desde hace tiempo.

En concreto desde el 15 de junio del año pasado, cuando el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, hablaba del proyecto en el Parlamento regional durante el llamado debate de política general .

En ese marco Rodríguez Ibarra anunciaba que entre los objetivos de su Gobierno estaba "ampliar significativamente el carácter docente" de la Escuela de Reactores de Talavera. Se trataba de una "escuela europea de reactores" para "entrenar a 30 pilotos año con 20 aviones y un simulador hasta el año 2015, y a partir de ese año incrementar sustancialmente la formación y las infraestructuras hasta llegar al entrenamiento de cien pilotos anuales con 50 aviones y 7 simuladores".

Beneficios concretos

Entre los beneficios para la región citó la incorporación de "más de 100 técnicos aeronáuticos" que iría acompañado, según él, del "desarrollo de una industria auxiliar asociada". Pero no solo eso, sino que estaba previsto crear "una plataforma para desarrollo de software específico".

El proyecto pareció quedar paralizado hasta que el 23 de noviembre el jefe de la base extremeña, Guillermo Vayá, anunciaba que estaba únicamente pendiente de que se firmase el acuerdo entre el Gobierno y la empresa EADS CASA. Dicho y hecho, el 16 de enero la propia empresa confirmaba que se había cerrado el convenio con el Ejército del Aire.

Un día después Rodríguez Ibarra volvía a salir a la palestra para anunciar que el proyecto se concretaría a finales de ese mismo mes. En esa comparecencia señaló que la nueva escuela europea arrancaría con 18 alumnos, una cifra que se iría ampliando hasta alcanzar el medio centenar en el 2015, ya con el proyecto a pleno rendimiento. Unas cifras que no cuadraban con las que él mismo había ofrecido seis meses atrás.

Pero Ibarra fue más allá y dijo que solo habría tres centros de este tipo en Europa, al tiempo que avanzó que las empresas auxiliares asociadas crearían hasta 300 empleos.

El día de la presentación oficial, el 26 de enero, los representantes de EADS indicaban que el proyecto extremeño nacía con la aspiración de convertirse en una firme candidata a la futura base de Eurotraining , nombre de un proyecto de 12 países europeos para formar juntos a unos 300 pilotos a partir del año 2015, fecha en la que caduca el acuerdo de la empresa con Defensa.

Es decir, que lo que se había anunciado como funcionamiento "a pleno rendimiento" de la Escuela a partir del 2015 era dar por hecho que se lograría que Talavera fuese la sede del Eurotraining . Así lo afirmaba ese día Ibarra: "en el 2015 esta será una de las escuelas elegidas".

Pero todo esto no quedó en un debate de tinte regional, sino que pronto llegó hasta León, donde el PP de esa localidad acusó a Zapatero y al ministro de Defensa, José Antonio Alonso, de incumplir la promesa de Aznar de ubicar allí una escuela europea de pilotos.

Y entonces saltó el Ministerio de Defensa con un comunicado en el que decía que en Talavera únicamente se estaban haciendo "mejoras" que no tenían nada que ver con lo anunciado en su día por Aznar.

A partir de ahí se montó el lío , el PP extremeño acusó a Ibarra de "hacer el ridículo" y el presidente respondió llamando "mentiroso" al ministro de Defensa, al que reclamó una disculpa. Horas después el ministerio emitía un comunicado en el que aclaraba que el extremeño era un proyecto distinto al de la escuela de Eurofighter y que en Talavera se formarían pilotos europeos. Polémica zanjada... de momento.