El proyecto inicial de Siderúrgica Balboa y su posterior ampliación ha tenido, desde el primer momento, una importante implicación y mucho apoyo de las administraciones públicas extremeñas.

En noviembre de 1993 la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (Sofiex) entró en la siderúrgia extremeña con el 45% del capital, para lo que aportó algo más de 21 millones de euros. En el primer trimestre de 1998, cuando la sociedad empezó a ser rentable, Sofiex acometió la desinversión y vendió su parte al Grupo Gallardo.

Cuando se anunció, en el 2003, la intención de la empresa de Alfonso Gallardo de aumentar la planta jerezana este apoyo se repitió, aunque en esta ocasión sin inversión económica. En concreto, Gallardo anunció una inversión de 300 millones de euros que permitirá crear, según la empresa, 500 empleos directos y triplicará su actual producción. Esto convertirá la planta en el mayor complejo siderúrgico de España.

Posteriormente, en abril del 2004, la Junta otorgó al proyecto la calificación de Industria de Interés Prioritario.

A esto se suma que se utilizó la ley de localización industrial del 2002 para expropiar los más de 92.300 metros cuadrados que eran necesarios para la instalación de la nueva planta, siendo de esta forma la primera y única vez hasta la fecha que una sociedad se acogía a esta norma extremeña.

A finales de noviembre del 2005 el pleno del Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros declaró la obra de Alto Interés Colectivo a efectos del Impuesto de Construcciones y Obras que debía afrontar el Grupo Gallardo en esta localidad.