La Sociedad de Cardiología ha puesto en marcha una iniciativa para instalar desfibrilizadores en lugares públicos, fuera de las instituciones sanitarias. Centros comerciales, campos de fútbol aeropuertos, estaciones de metro y, en general, zonas con una gran afluencia de personas, podrían incorporar estos aparatos para ganar tiempo hasta que llegue la asistencia sanitaria de los servicios de emergencia.

Banyoles, en Gerona, ha sido la primera ciudad española en unirse a este proyecto al instalar una columna de rescate cardiaco, según aseguró a este diario el cardiólogo catalán Josep Brugada, vicepresidente de la Sociedad Española de Cardiología.

El objetivo es que "los ciudadanos se acostumbren a ver estos aparatos en los lugares públicos como se han acostumbrado a ver los extintores colgados de las paredesde los edificios", señala el doctor Brugada.

La Coruña seguirá en septiembre los pasos de la localidad gerundense de Banyoles para conseguir la consideración ciudad cardioprotegida .

La Sociedad Española de Cardiología otorgará esta acreditación simbólica a los municipios que lleven a cabo esta iniciativa para proteger el corazón de todos sus vecinos.